Shahada

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Para los cristianos europeos, el Islam es la religión del enemigo, del sarraceno que ocupa la ciudad de Jerusalén y el moro que combate en España. Las tierras musulmanas son lugares extraños habitados por gentes con extrañas tradiciones que viven privados de la salvación de Cristo y su Iglesia.

La verdad es muy diferente. La cultura islámica es exuberante, con valores morales elevados y bastante dinámica. Para los musulmanes no es una Edad Oscura: atesoran grandes conocimientos y en sus tierras se encuentran algunas de las mejores bibliotecas de la época.

Hace quinientos años esta nueva religión surgió de los desiertos de Arabia y conquistó enormes extensiones de tierra. Desde España hasta Asia Central, el mundo de Muhammad (junto con los soldados árabes, turcos y kurdos que les respaldan) se extendió como un reguero de pólvora.

Pero no todo es una historia de gloria y unidad bajo una misma fe. Aunque el Islam representa numerosos valores dignos de alabanza (igualdad, sabiduría, respeto), los califatos y sultanatos que ha engendrado son deficientes artificios humanos. Las diferencias en la religión y el poder han dividido a los musulmanes, ente sunnitas y chiítas, entre omeyas y abasíes, entre fatimidas y ayúbidas. Como siempre ocurre, el poder y la riqueza en grandes cantidades atraen las ambiciones y envidias de los seres humanos. Y allí donde surgen ambiciones y envidias de los seres humanos, el ansia no muerta de los hijos de Caín no anda muy lejos.

El Mundo del Islam

Al alba del siglo XIII el Islam es una religión y cultura madura que ha dado forma al mundo medieval miles de kilometros en torno a su lugar de nacimiento en Arabia. Los musulmanes rezan encarados a La Meca en casi todas partes del mundo, desde las universidades de Córdoba, hasta la frontera de China y la India. En occidente el Islam experimenta una especie de declive. Los cristianos de España van ganando fuerza en su Reconquista empujando a los califatos moros y los reinos de Taifa al sur de la península ibérica. En el corazón de sus tierra, el Cairo, Jerusalén y Bagdad, surgen disputas dinásticas tras un período de gran poder. Hace sólo unos años, Salah al-Din había conducido a su recién fundada dinastía ayúbida a la reconquista de Jerusalén y a rechazar la Tercer Cruzada. Ahora ese gran hombre está muerto y sus sucesores se reparten su legado como perros hambrientos. Bagdad, capital del califato, experimenta un declive similar.

Más al este la religión se está extendiendo, llegando hasta el norte de la India y la ciudad dorada de Samarcanda. Los comerciantes musulmanes trabajan en China y la palabra de Muhammad aún llega más allá. No quedan sino unas décadas para que la horda mongola choque contra el Islam como un maremoto, pero también para que los mamelucos se alcen en Egipto al mismo tiempo dando lugar a la siguiente gran dinastía musulmana. Al final los mongoles retrocederán (y algunos llevaran en sus corazones el Islam) y la fe seguirá intacta. En medio de todos estos cambios, crecimiento y conquista, los hijos de Caín viven como reyes.

La no-vida y el Islam

Los depredadores vampíricos que asechan al Islam son básicamente iguales que los de la Europa cristiana. Sus orígenes se remontan a Caín, el hijo asesinado de Adán y Eva y se dividen en 13 clanes y algunas líneas de sangre adicionales. Todos poseen los mismos puntos fuertes y débiles que sus iguales cristianos y (en términos de juego) siguen las mismas reglas básicas que todos. Pero existe una gran división cultural entre los musulmanes y los cristianos. La aparición del Islam no solo afectó a todos los residentes (vivos o no) de Arabia, la Media Luna, el norte de África y España, sino que muchos vampiros de la zona, para empezar, tienen una actitud muy diferente. Los Nosferatu de la región (conocidos como Mutasharidin) nunca llegaron a adoptarla la actitud penitente de sus hermanos europeos, por ejemplo y siguen siendo fieles a la herencia del terrorífico cazador que los engendró y aunque los "Assamitas" y Setitas de Europa son extranjeros e inadaptados en Europa, los Banu Haquim y los Walid Set son los señores de la noche en Oriente Medio. Estas tierras son suyas y el intruso extranjero es el ocasional Ventrue que pasa por ellas.

En el caso de muchos otros clanes, el mismo Islam ha provocado cambios significativos. Los Lasombra de la región (o Qabilat al-Khayal, si empleamos su nombre árabe) han abrazado el Islam junto a los Bay't Mushakis (Brujah) y los Ray'een al-Fen (Toreador). En esa nueva dinámica religión ven un medio para amasar más poder e incluso alcanzar la salvación. De hecho, el Islam ha desbaratado algunas de las antiguas divisiones en clanes. Los vampiros del imperio pertenecen a tres grandes categorías, dependiendo de su punto de vista sobre la fe en lugar de su legado de sangre.

Los Ashirra

Los más cautivados por el Islam han formado una nueva secta denominada Ashirra. Esta secta, derivada del Islam chiíta, predica que Muhammad ofreció a los Cainitas la posibilidad de redimirse si se convertían en buenos musulmanes y se sometían a la voluntad de dios. Los imanes vampíricos se encargaron de varias comunidades religiosas de Cainitas de la mayoría de las ciudades del mundo musulmán con el objetivo de guiarlas a la salvación. Como cabría esperar, el politiqueo y la ambición envenenan la secta como en cualquier otra asociación de vampiros. Los imanes y otros vampiros religiosos conspiran por ganar mayor prestigio e influencia, hacen tratos con los infieles y luchan contra los fieles. La verdadera devoción es inusual y la pureza desconocida.

Como ocurre en el Islam mortal, la secta Ashirra aspira a convertirse en una comunidad unificada, pero en realidad consiste en diversos enclaves unidos por creencias comunes. Los Ashirra de una ciudad pueden ser devotos defensores del Islam, incluso perseguir a los no creyentes, mientras que los de otra pueden ser más informales en su práctica de la fe. Las realidades locales dominan la noche.

Cínicos y Supervivientes

La mayoría de los Cainitas del mundo islámico son musulmanes por afiliación, pero no de corazón. Son unos depredadores egoístas como sus primos cristianos, que se toman en serio a Dios y a su Profeta, pero también son conscientes de que su maldición les separa de la humanidad. Siguen la cultura dominante porque les conviene, pero buscan otras formas de evitar a su Bestia y medrar en la noche. Algunos se concentran en las comunidades culturales de las ciudades islámicas y siguen el Camino de la Comunidad (llamado el Tariq el-Umma), mientras que otros llevan la azarosa existencia de los habitantes del desierto siguiendo el Camino del Nómada (o Tariq el-Bedouin). Los vampiros que recuerdan como era todo antes de que el Islam se extendiese por sus tierras suelen entrar en esta categoría. Puede que aún se aferren a religiones animistas (o de otro tipo) de los días que respiraban, pero adoptan las costumbres islámicas por conveniencia. Al igual que los vampiros europeos reconocen la influencia de los sacerdotes aunque no siempre acaten el dogma cristiano, estos antiguos comprenden que es de sabios someterse a la cultura dominante para poder alimentarse de ella.

Idólatras y Enemigos

Algunos Cainitas se apartan conscientemente del Islam y rechazan de forma directa sus principios. Muchos, como los Waild Set y los Baali, acatan en apariencia la cultura dominante sólo por cuestión de supervivencia, mientras mantienen creencias que ésta rechazaría de pleno. Los Setitas adoran a un antiguo Dios y los musulmanes les llamarían idólatras, mientras que los Baali apoyan activamente a poderes identificables con Satán.

Los vampiros cristianos y judíos estarían dentro de lo que podríamos llamar zona neutra. Técnicamente son "Pueblos del Libro", que siguen creencias no demasiado alejadas del Islam. Pero que los toleren depende de su estado de ánimo, sobre todo después de las masacres de las Cruzadas. Algunos de ellos tienen una opinión igual de incierta sobre el Islam.

Los Nombres de los Vampiros al Árabe

En la sección de los Ashirra se emplean nombres árabes para la mayoría de los clanes Cainitas. Es una decisión de estilo; aunque la sangre de los vampiros de las tierras islámicas es la misma que la de los europeos, su actitud no lo es. Los Toreador de París no tienen la misma actitud que los Ray'een al-Fen de Damasco. Nos hemos esforzado al máximo para aprovechar el contexto con el fin de que los clanes se comprendan bien y como ayuda adicional, aquí tienes los nombres de los clanes reunidos. Debido a las particularidades del árabe, las formas plurales de algunos de los nombres de clanes son distintas en singular. En el caso de los Ray'een al-Fen, Qabilat al-Khayan y Qabilat al-Mawt (los "mecenas de las artes", el "clan de las sombras" y el "clan de la muerte"), no existe un nombre especifico para un vampiro del clan. En su lugar se emplea la fórmula "miembro de...". Ten en cuenta que en los casos en los que se emplea, "bay't" significa "clan", por lo que un miembro del Bay't Majnoon es un Majnoon.
Nombre Europeo Nombre Árabe (Plural)
Assamita Banu Haqim
Baali Baali
Brujah Bay't Mushakis (Mushakisin)
Capadocio Qabilat al-Mawt
Gangrel Wah'Sheen
Laibon Laibon
Lasombra Qabilat al-Khayal
Malkavian Bay't Majnoon (Majanin)
Nosferatu Bay't Mutasharid (Mutasharidin)
Ravnos Bay't Mujrim (Mujrimin)
Salubri Al-Amin
Seguidores de Set Walid Set
Toreador Ray'een al-Fen
Tremere n/a
Tzimisce n/a
Ventrue El Hijazi*
* Los El Hijazi son un grupo pequeño de Ventrue que llevan mucho tiempo viviendo en Arabia. Los escasos Ventrue, aparte de estos, que siguen las tierras islámicas, no tienen ningún nombre especial con el que denominarse.

El Islam, pese a ser más joven que la cristiandad, es también poderoso como fuerza cultural. Sus ejércitos han conquistado tierras que van desde España al norte de la India. Los comerciantes musulmanes han llevado la religión y el idioma árabe aún más lejos, hasta el lejano Taugast (lo que llamaríamos China). Al igual que la cristiandad, el imperio islámico sirve de sustento a muchos Cainitas, relacionados con sus hermanos europeos por la sangre pero separados por la cultura.

Tema

La traducción literal de Islam es "sumisión" a la voluntad de Alá. La sumisión es el principal tema de los musulmanes. Aunque el islam lleva siglos en marcha, es una religión que aún busca su sitio, perdiendo terreno en la península ibérica pero ganándolo en Bizancio y oriente. Aún está transformando gentes y regiones, que a su vez lo transforman. Para los Cainitas, criaturas estáticas que hacen planes a largo plazo, el Islam es un incendio furioso de fe y energía mortal que ha transformado radicalmente la tierra que engendró a los hijos de Caín. Los Cainitas tendrán que adaptarse para someterse a esta fuerza, adaptarla para que se someta a ellos, o luchar contra ella.

La fe recalca este tema principal. La secta Ashirra insta a los Cainitas a someterse a Dios y convertirse en buenos musulmanes, algo contra lo que se revela la Bestia que les habita. Otros vampiros fingen ser fieles por interés y los hay incluso que optan por otras creencias. Los conflictos entre principios alimentan ambiciones y odios.. y por tanto, crónicas.
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