Suleiman Ibn Abdullah, Mullah de los Ashirra

Suleiman ibn Abdullah, fundador de la secta Ashirra, raras veces habla acerca de aquella noche en la que llegó a Medina con la esperanza de convertir en un peón suyo al supuesto profeta, Muhammad. Lo único que alcanza a decir es que vio la salvación en aquel hombre, se sometió a la voluntad de Alá y emprendió un nuevo camino. Algunos Ashirra afirman que en aquel preciso momento Suleiman fue redimido, pero el mullah lo niega: el Profeta le mostró la posibilidad de alcanzar la rectitud, pero el juicio final está en manos de Dios.

Suleiman llegó a El Cairo durante el gobierno fatimida y ha visto alzarse aquí muchas dinastías musulmanas. Tenía la esperanza de que con la liberación de Jerusalén liderada por Salah-Din y el consiguiente fracaso de la Tercera Cruzada europea surgiese un nuevo periodo de unidad y expansión para los pueblos islámicos. El caos dinástico que ha rodeado a la sucesión de Salah-Din le ha supuesto serias dudas, pero confía en que la justicia prevalecerá al final.

Pero Suleiman está más preocupado por el destino de los Ashirra que por las dinastías mortales. La división entre la facción conservadora y los radicales liderados por el Mushakis Khalid ibn Sahl es una pesada carga en su alma. Tiene la esperanza de llegar algún día a una reconciliación y se esfuerza en reunir tantos apoyos como pueda en El Cairo, la mayor ciudad estable del Islam, pero su presencia en está última década ha preocupado mucho al sultán Antonius, que teme que el mullah le esté eclipsando. Mientras tanto, los Walid Set observan felices al comprobar como luchan entre sí los musulmanes.

Clan: Qabilat al-Khayal (Lasombra)
Generación: 7ª
Sire: Abdullah
Naturaleza: Arquitecto
Conducta: Director
Abrazo: 299 EA
Edad Aparente: Unos 40 años