Nadie cuerdo, sensato o con posibilidad de elegir decide 
vivir solo en los descampados y en las carreteras entre 
ciudades, villas y comunidades. Incluso los granjeros y los 
leñadores harapientos viven tan cerca de los demás como les 
permite su propósito. Para un vampiro, lo que es una locura 
entre los humanos es mortal entre los Cainitas.
¿Por qué entonces los Gangrel deciden vivir en las encrucijadas, bajo los muelles de los puertos y en las montañas? Se 
ven impulsados a ello. Quizás fueron expulsados por campesinos 
atemorizados, ignorantes figuras de autoridad, maridos celosos 
o clérigos retorcidos. Pueden haber abandonado a los suyos, 
impulsados por la aventura, la curiosidad o una considerable misantropía. No importa el detonante, los Gangrel se 
fueron porque no encajaban en ningún lugar civilizado. Los 
Proscritos de este tipo fueron ya 
extraños  como  humanos, 
pero como vampiros lo 
son aún más.
Como  humanos 
que vivían al margen 
de la sociedad normal, 
su  vida  fue  difícil 
pero  sobrevivieron 
a las adversidades y 
esto no cambió para 
los  Gangrel  como 
vampiros.
Quizás 
los  Abrazaron  con 
poco romanticismo, sin 
ceremonias ni explicaciones; pero esto poco 
importa.  Sobreviven 
a  los  desafíos  como 
ningún  otro  vampiro 
podría. Antes de morir 
ya  eran  duros,  firmes  y 
diferentes en su forma de vivir y amar. En este 
sentido, su transición a la Conversión es más fluida. Un Gangrel 
no se lamenta por su humanidad; la gente tampoco lo tuvo 
nunca en gran consideración.
Esto no quiere decir que los Gangrel rehúyan todo contacto 
humano. Pese a que muchos prefieren la soledad o la compañía 
de animales fieles y predecibles, ansían a los humanos y su 
sangre como cualquier otro vampiro. Y como cualquier otro 
vampiro se ven atraídos hacia otros depredadores en el complejo tira y afloja de la Bestia. La principal diferencia es que el 
Gangrel se exhibe según las expectativas sociales e interactúa 
con los demás en sus propios términos. Habla sólo con quien 
quiere, vive donde le apetece y se acuesta con quien desea 
guardando poco respeto a la propiedad o la ley.
Sobrenombre: Proscritos, Lobos.
Apariencia: Los Gangrel ignoran lo que sea que se espere 
o sea apropiado en la sociedad humana local, o 
le prestan sólo la atención mínima necesaria para 
burlarse de ello. Pueden vestir la armadura de los 
guerreros y guardias que hayan matado mientras 
protegían su libertad. Pueden llevar los ropajes de 
una dama y vivir como tal, si les conviene. Los 
Gangrel son mutables y pueden vivir 
como quieran.
En  resumen, 
sus  ropas,  como  su 
vida,  son  prácticas 
y  andrajosas,  pero, 
igual  que  su  vida, 
son  como  eligen 
que  sean.  Algunos 
Gangrel pueden ser 
muy  quisquillosos 
con la imagen que 
muestran  y  tratan 
su apariencia como 
si  cuidaran  de  su 
rebaño: con considerable consideración y 
territorialidad.
Refugio y 
presa:  Los  Gangrel 
duermen allí donde les 
apetece. Esto no quiere decir que todos los Proscritos vivan 
entre basura o bajo las aguas. Buscar refugio en el campo es 
difícil, por lo que muchos Gangrel tienen uno real en algún 
lugar cerca de los límites (o lejos) de la civilización. Solitarias 
cabañas de cazadores, almenaras, campamentos de proscritos 
y puestos fronterizos de cazadores de pieles sirven bien a los 
Proscritos. No es infrecuente para los Gangrel trasladarse con 
un rebaño de viajeros o bandoleros, o con un bajel pirata, 
aunque pueda resultar más desafiante.
Ten en cuenta que tales localizaciones nunca están completamente libres del contacto humano. Incluso la cabaña 
remota  de  un  leñador puede tener visitas  ocasionales.  A 
algunos les bastan los animales, pero raro es un Gangrel que 
pueda vivir enteramente sin recipientes humanos. Algunos 
necesitan de la caza salvaje y persiguen presas, hostigándolas 
por las calles de las villas y las carreteras vacías, otros prefieren la ganadería y cuidan de su rebaño, y los hay que viven 
como arañas que atraen a sus presas. Lo importante es que 
los Gangrel hacen lo que quieren y al diablo con cualquiera 
que intente limitar sus predilecciones y preferencias.
Abrazo: Cuando los animales se aparean o comen, pocos lo describirían como algo romántico o erótico. 
Aquí es donde discrepan los Gangrel. La 
brutalidad de arrebatar a un humano de 
la carretera o una taberna y arrojarlo 
a  la  noche  para  que  dé  su  última 
bocanada  de  aire  tiene  sentido 
para los Gangrel. Hacerlo de otro 
modo implicaría falta de pasión y 
crueldad. Abandonar a un nuevo 
Retoño no se hace por egoísmo 
o  para  maltratarlo,  sino  para 
asegurarse  de  que  sobrevivirá 
las largas noches que le esperan. 
La mayoría de Sires Gangrel los 
vigilan  desde  las  sombras,  así 
que realmente no es abandono. 
Es difícil discernir las relaciones 
íntimas de los Gangrel desde 
fuera y ellos lo prefieren así.
Creación de personajes: 
Los Gangrel suelen preferir 
en primer lugar los Atributos 
Físicos,  con  la  astucia  y  el 
ingenio como Atributos Mentales secundarios. Los Gangrel 
suelen  proceder  de  humanos 
con muchos Talentos y prefieren 
estas Habilidades guiadas por el instinto, 
siendo  las  Técnicas  secundarias  como 
énfasis en lo que necesitan aprender para 
poder sobrevivir. Algunos crean extensos 
Rebaños a lo largo de los años, mientras 
vigilan su territorio.
Disciplinas de Clan: Animalismo, Fortaleza, Protean.
Debilidad:  Cuando  un  Gangrel  entra 
en  Frenesí,  su  Bestia  sale  a  la  superficie  y  el 
salvajismo en su Sangre encuentra lugar en su 
cuerpo y en su mente. Puede desarrollar leves rasgos 
animales de carácter físico o mental que se adecuen 
o bien a la mitología vampírica local o bien a un 
depredador o carroñero de la zona. Los ejemplos incluirían 
cejas pobladas, “parches” de pelaje o una hora de Letargo 
tras alimentarse. El resultado es que el rasgo les proporciona 
un +1 de dificultad y un fallo automático en alguna reserva 
de dados relevante. El rasgo y la penalización permanecen 
hasta que el jugador acepte el fallo automático.
Organización:  No  hay  organización  alguna  que  sea 
aceptada o se practique de forma universal dentro del Clan. 
Mientras que en una ciudad puede haber una unida familia 
de Gangrel que siga una rígida jerarquía de manada, en otra 
puede haber un grupo de Proscritos que apenas se reconocen 
unos a otros. Algunos pueden dedicarse al Clan en contra de 
todos los demás, mientras que otros Gangrel especialmente 
fuertes o arrogantes pueden entenderlo como “cada monstruo 
por su cuenta”. Nunca se concede respeto dentro del Clan. 
Si tu Sire respeta a otro Proscrito, no hay razón para que 
tú también lo respetes a menos que se lo haya ganado. 
La jerarquía, si la hay, se construye con sangre y hechos, 
no mediante tradición.
Cita: Por supuesto que es incómodo hasta que te acostumbras a hacerlo. Te enseñaré a hacerlo bien. 
Estereotipos: 
• Ventrue: Los muros de piedra no me pueden mantener fuera, Príncipe. Espero no tener que entrar nunca.
• Tremere: No olvidaremos lo que han hecho.
• Nosferatu: ¿Qué buscan cuando escarban?
• Tzimisce: Somos iguales. Sólo que ellos se lo 
hacen a campesinos aterrorizados en un castillo viejo 
y desolado. Yo me lo hago a mí mismo en la gloria 
de la luz de la Luna y de los bosques.
• Ravnos: Yo también viajo. La diferencia es 
que yo no dejo huella de mi paso.
• Seguidores  de  Set:  Adoran 
serpientes.  Las  serpientes  ni  siquiera  son  depredadores  como 
Dios manda.
• Malkavian:  ¿Por  qué  nos 
echan de las ciudades y a ellos 
no? Piensa la respuesta.
• Brujah: La Bestia es más 
que sólo rabia.
• Capadocios: 
¿Quién?
• Lasombra:  Vienen 
días tristes para ellos. 
Lo huelo en el aire.
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