Cita: Apártate de mi cara.
Preludio: Dejaste la escuela no porque fuese
difícil, sino porque pensabas que todos tus profesores eran gilipollas. Te resultaba insoportable que
alguien a quien no podías respetar te dijese lo que
debías hacer, así que te largaste de allí.
Te dedicaste a dar tumbos por ahí con tus
amigos, haciendo algún trabajo ocasional (y
también “trabajando” alguna tienda de
vez en cuando), pero la mayor parte
del tiempo sin rumbo fijo. Una
noche, tus amigos y tú tuvisteis
una bronca con un guapito en
un bar (algo que ya habías hecho alguna vez) pero no esperabas que los atacase más tarde
en un callejón. Mató a uno de tus
colegas rajándole la garganta, pero
los demás le golpearon con ladrillos
y cadenas.
Aquello debió haberle detenido,
pero... bueno, fue cuando descubriste a
los vampiros. El chupasangres se cargó
a otro de tus amigos, y tú te diste la
vuelta y corriste al lugar más cercano
donde podías encontrar refugio: la
iglesia al final de la calle. Oíste chillar
al último de tus amigos cuando algo
afilado y desagradable le atravesó,
pero para entonces ya habías llegado a los escalones de la vieja iglesia.
Creías que iba a estar cerrada, pero
las puertas se abrieron cuando llegaste, y el viejo sacerdote te hizo un gesto para que entrases, con expresión
conocedora. Prometió protegerte,
y no abandonaste el terreno de la
iglesia en tres semanas.
Ésta fue tu introducción a
la Sociedad de Leopoldo. Empezaste a respetar a aquel tipo,
que molaba bastante para ser
un cura. Te propuso unirte a la Sociedad, y comenzaste
tu Noviciado con él. Pero al convertirte en Inquisidor
descubriste que el grupo tenía muchas camisas pringosas colgando de la jerarquía y la tradición.
Aunque estaban haciendo un buen trabajo, necesitaban un cambio con urgencia y decidiste que ibas a hacérselo
saber. Desgraciadamente, esto llegó a la
insubordinación más de una vez. De no
haber sido por tu mentor, probablemente
ya te hubiesen echado.
Concepto: La Sociedad necesita
iluminarse... vale, tiene una buena
misión, y es una en la que crees
(más o menos), pero toda esa
estructura y auroridad es un
montón de mierda. Has recibido más de una reprimenda por
ignorar los “consejos” de tus
superiores, por tu insolencia,
y por correr riesgos de forma
innecesaria e irreflexiva. Admiras en secreto a los Sambenito: tomaron la palabra,
pero les patearon el culo por
hacerlo. Si algún Censor
viene a por ti , tú tendrás
problemas... pero él acabará en el hospital.
Sugerencias de interpretación: Cuestiona la
autoridad. (¿ Por qué?)
Eres leal, pero no estúpido, y desde luego no
obedeces ciegamente.
Si algo no funciona, te lo quitas de encima, y esto incluye la
tradición. ¡Haz lo que
funciona de verdad!
Equipo: Cazadora de cuero, gafas de
sol, estacas de madera. Glock 22, Remington 870, cadena
de hierro, navaja.
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