Maeghar (20 Aniversario)

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Los Maeghar nunca fueron una línea de sangre. La mayoría no comparten un ancestro común entre ellos, y muchos ni siquiera proceden del mismo clan. Son una simple colección de accidentes, una mezcla de sangre de vampiro y de hada que nunca debería haber sido posible. No hay compañerismo ni sensación de destino compartido. Así que cuando la Edad Media se acercaba a su fin y comenzó el Renacimiento, los Kiasyd comenzaron a desaparecer cuando uno de los suyos decidió gobernar solo, y los Maeghar no contraatacaron. No protestaron; no se resistieron. Simplemente recogieron sus pertenencias y se marcharon dejando el territorio en disputa e incluso su nombre atrás. Si los vampiros tienen una clase desconectada, los Maeghar son una de ellas. Un Maeghar típico no permanece mucho tiempo en un lugar, no tiene posesiones de las que hablar más allá de una querida colección personal, y no tiene lazos con humanos ni otros vampiros. Vaga de un lugar a otro, consumido sólo por su propio ser y aparentemente perdido al mundo. Para algunos Maeghar esta desconexión se ha vuelto tan profunda que han perdido su conexión con la vida y ahora se enfocan sólo en el mundo de las cenizas y la muerte, e incluso ahí sólo es un visitante ocasional cuya luz parpadea entre la realidad y la ilusión.

A menudo disponen de un considerable conocimiento ecléctico, formado por fragmentos recogidos aquí y allá. Desde entonces los Maeghar se han abierto camino hasta la Tal’Mahe’Ra. Puede que no estén interesados en la ideología de la secta (eso depende de cada individuo), pero las dos partes conectan bien e sentido práctico. La Verdadera Mano Negra ofrece a los Maeghar una forma de permanecer desconectados del mundo en conjunto y disfrutar de un respaldo módico, mientras que los Maeghar traen una combinación única de conocimiento y poder a la mesa. Lo más importante, aunque un Maeghar puede visitar ocasionalmente Enoch, su disposición a viajar los convierte en una representación perfecta para la secta en el mundo. 

Remoquete: Reliquias, Mariposas Perdidas 

Apariencia: Cada Maeghar es tan único como las circunstancias que provocaron su creación. No encaja en ningún molde ni estereotipo. Sin embargo, cada Maeghar lleva una marca física que expone la esencia feérica que se encuentra en su corazón. Esta marca puede ser sutil, como piel blanca como la nieve y cabello de ébano, o más obvia, como tener seis brazos. A veces esta marca puede llevar a la adquisición de un Mérito o Defecto como Presencia Inquietante para piel de porcelana o Ambidextro para representar miembros adicionales.

Refugio y presas: Un Maeghar abraza su naturaleza viajando fácilmente de un lugar a otro y encontrando edificios y lugares abandonados con sorprendente facilidad. Esto no quiere decir que tengan pocas posesiones, pues habitualmente reúnen una gran colección de objetos pequeños, quizás para compensar su incapacidad para conectar con los seres vivos (y no vivos). Estas colecciones a menudo son inquietantes, como huesos de dedos, dientes de niños, o trozos de piel tatuada. En ocasiones un Maeghar podría incluso coleccionar algo más efímero, como sueños rotos. Los Maeghar no parecen tener presas favoritas, y sus víctimas son tan únicas como ellos. La cercanía de un cuerpo humano cálido los desconcierta, lo que les lleva a drenar a sus víctimas derramando su sangre en un recipiente. Si es especialmente exquisito podría desollar primero a su víctima para evitar que la sangre toque la sucia piel mientras se derrama.

Abrazo: Los Maeghar raramente Abrazan. Sienten poca necesidad de compañía, ¿y para qué condenar a otro con su existencia? Si Abrazan, normalmente es porque el chiquillo tiene algún tipo de habilidad que se adapta a sus propósitos. Cuando ese propósito se cumple, el chiquillo es destruido o liberado. No hay consistencia en los motivos que llevan a la destrucción o liberación de un chiquillo, pues algunos Maeghar podrían considerar la libertad como una recompensa por un buen servicio y otro considerar una buena muerte. Para crear a otro Maeghar, un sire siempre debe Abrazar a un mortal con sangre feérica. Si no lo hace, el chiquillo resultante siempre es un Caitiff, ya que carece de la chispa única para convertirse en Maeghar.

Disciplinas de clan: Mytherceria o Nigromancia (a elección del jugador) y otras dos de las Disciplinas de Clan del sire.

Debilidades: Debido a su físico marcado por las hadas, las tiradas para reconocer al Maeghar como una criatura sobrenatural se realizan con -1 a la dificultad. Además, su herencia feérica los hace vulnerables al hierro frío: las armas de hierro frío no sólo les causan daño agravado, sino que también deben hacer una tirada para evitar el frenesí o el Rötschreck según sea adecuado al contexto. Por último, un Maeghar siente rechazo a alimentarse de un cálido, oloroso y sudoroso humano, por lo que debe drenar la sangre de su víctima en un recipiente limpio antes de consumirla. Esta restricción no se aplica cuando se alimenta de vampiros.

Organización: Un Maeghar es una criatura independiente que valora su soledad. Si se encuentra con otro de los suyos, ambos disfrutan de una conversación no muy apasionada, pero muy educada, para determinar si la otra parte está interesada en intercambiar información o favores. Si es así, los dos hacen el intercambio. Si no es así, continúan su camino sin rencores. Reconociendo la necesidad de algún tipo de apoyo en un mundo oscuro y peligroso, muchos Maeghar han terminado en la Tal’Mahe’Ra y proporcionan servicios a la secta. 

Cita: “Sigue moviéndote. No te detengas. No te dejes atar. No puedes perder lo que no tienes.”

Estereotipos:

• Camarilla: Ideales pedantes y pretenciosos. Menuda verborrea hipócrita: “¿Todos los vampiros son Vástagos? Nosotros lo sabemos mejor.
• Sabbat: Aléjate. No sólo son maleducados y groseros. Es el salón de juegos de Marconius.
• Kiasyd: No es nuestra guerra. Aléjate de Marconius y su prole. Ni siquiera les dejes saber que existes y todo irá bien.
• Nagaraja: Podríamos aprender mucho de estos poderosos nigromantes. Si sus hábitos de alimentación no fueran tan asquerosos…
• Tzimisce del Viejo Clan: Oh, sí. Muy educado. Buena etiqueta. Aprecia los placeres de la vida. Me pregunto si estará interesado en mi colección de ojos humanos.
• Verdaderos Brujah: Sabios. Excelentes académicos. Sólo son un poco aburridos, pero eso se lo perdonamos.
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