Gangrel Antitribu

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¿Por qué no me dices tú la diferencia? La mayoría de los Vástagos no la ven. Creen que todos somos colegas de los Lupinos y que vivimos en vertederos en los límites de la ciudad. Sólo nos llaman cuando hace falta destrozar algo para enviar un mensaje o porque necesitan asegurarse de que esté muerto. El Abrazo es un toque de atención que nos recuerda nuestra naturaleza animal al darnos dientes. La mayoría de los Vástagos tratan de reprimirlo o rechazarlo. Nosotros nos aferramos a ello como a un pariente largamente perdido. No es algo a lo que culpemos de nuestras desgracias. Es lo que siempre hemos sido. Es en lo que siempre nos convertimos. Quienes escriben la historia adoran asegurar que somos los que lideramos dando ejemplo. Nosotros contamos las historias de sus temerosas investigaciones en nuestros territorios, a las que envían a sus indefensos hijos en la noche para que los acechemos y masacremos. La elección entre Clan y Antitribu fue falsa para nosotros. No nos importó ninguna de ambas. Se redujo a una decisión entre hacer las paces con nuestros vecinos y construir fortificaciones entre vuestros territorios. Los Gangrel del Sabbat incitan miedo, mientras que los de la Camarilla son tratados como animales sometidos que antaño fueron poderosos. La diferencia yace en nuestra crueldad. Protegemos nuestros territorios con uñas y dientes. Si eso significa matar a una familia para señalar algo, nuestras manos se ensucian. La Bestia no será ignorada.

Nos muestra la verdad de nuestro entorno. La naturaleza está llena de una realidad salvaje, y la noche no es diferente. La Camarilla teme la respuesta de la humanidad, pero ya han demostrado no ser vampiros dignos. Si no podemos vencer mediante crueldad y arrancar un precio en sangre por cazarnos, hemos fallado a la Bestia. Somos indignos de ella. Todos los Gangrel hacemos lo mismo: cazamos. Para el Sabbat: cazamos enemigos, perseguimos traidores y acosamos víctimas en los oscuros espacios entre ciudades. El Sabbat nos deja hacerlo hasta el límite de nuestras habilidades. No vestimos una sonrisa humana ni nos emperifollamos para tomar el té. Nuestros extraños rasgos hacen difícil beber sangre de forma educada. Dejamos eso para los Clanes que disfrutan de esa clase de cosas. Si algo nos amenaza, lo matamos. Puede ser una muerte lenta y tranquila o una desagradable en la que la pared termina más llena de sangre que nuestra boca, pero inevitablemente termina con alguien que no volverá la noche siguiente. En la oscuridad de una carretera solitaria, la diferencia entre Gangrel y Antitribu es difícil de determinar.

A los Gangrel Rurales les encanta poner trampas para atraer a su presa. Un motel a kilómetros de la ciudad. Un restaurante de carretera donde nadie está comiendo. La humanidad ha suprimido sus instintos básicos durante tanto tiempo que es muy fácil meterlos en tu salón antes de cerrar la puerta. Creen que pueden protegerse con smartphones, GPS y puntuaciones en Yelp. No se dan cuenta lo difícil que es marcar 911 cuando un Gangrel ya se ha comido sus dedos. Las ciudades no carecen de lugares oscuros; mira las viejas fábricas, los centros comerciales abandonados y los edificios desmantelados y verás los ojos brillantes de nuestras manadas. Hemos sabido cuán pequeña era la luz arrojada por los fuegos de la civilización desde que llegamos a Grecia. Adaptamos nuestra apariencia para que encaje con nuestro entorno como cualquier otro depredador precavido. Mientras los Gangrel que yerran entre los desechos comienzan a parecerse a lobos y águilas cada vez que se abandonan a la Bestia, los de nidos urbanos se parecen más a ratas y arañas.

Nuestra apariencia monstruosa es sólo una herramienta evolutiva más. Los segundos que la presa gasta preguntándose qué cojones es esa cosa son segundos que usamos para acercarnos y matar. No te confundas; si has enfadado a un Gangrel, tus noches están contadas. Nuestros primos de la Camarilla pueden llevar una correa, pero si se escapan de ella, pueden ser igual de feroces. Son los otros únicos Vástagos a los que podemos respetar como depredadores. Todos los demás vampiros son depredadores o presas. Los depredadores deben ser evitados cuando tienen constancia de ti y eliminados si tienes ventaja. Las presas deben ser consumidas. Puedes jugar con ellas si quieres, pero siempre sé decidido cuando llegue el momento de ponerle fin. Los otros Gangrel aún comprenden esto, aunque hayan decidido permanecer con quienes les deniegan su amor por la Bestia.

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