Este culto es la prueba de que con suficiente tiempo,
dedicación y recursos cualquier grupo puede ascender y convertirse en lo ortodoxo. Antes del despertar
del Matusalén Ur-Shulgi, habría descrito a los Banu
Haqim como un Clan predominantemente islámico.
Pero, con su retorno, el vampiro afirmó que el islam
era una farsa y exigió que todos los Hijos de Haqim lo
veneraran a él en lugar de a Alá y el Profeta o serían
castigados con la pérdida de su Sangre y su alma a
través de la Diablerie.
En nombre de Haqim, su posible Sire, Ur-Shulgi
se ha convertido en un líder activo y poderoso de su
propio culto. Hasta mis oídos han llegado historias de
su hábil uso de la hechicería y la purga de un millar
de Banu Haqim. Muchos llaman al Matusalén “el Gran
Destructor” con razón.
Vale la pena destacar que el despertar del Sin Piel y
el cisma que provocó en su Clan han expuesto el hecho
de que los hemos malinterpretado todo el tiempo, lo
que nos ha acercado primero a los marginados, luego a
las facciones principales del Clan.
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