El Demonio quiere devorarlo todo. Cualquier criatura más débil es una presa, y cualquiera más fuerte puede ser doblegada mediante la traición. Aunque el Demonio diga servir a su deber, a un amigo o al honor, lo único que le interesa es el poder personal. Los ojos occidentales podrían verlo como un sociópata, pero no le preocupan las opiniones de los demás. Para el Demonio, todo existe para su diversión, para destruirlo y devorarlo a voluntad. Las demás almas solo importan por su relación con el Demonio y por la velocidad con la que pueden ser consumidas.
• Condiciones para el Control: el Demonio puede forzar una tirada de Naturaleza de la Sombra cuando ve la oportunidad de hacerse más fuerte mediante la destrucción de otro.
No importa si ello conlleva devorar a un Kuei-jin menor o traicionar a uno más fuerte. Lo que importa es la oportunidad de lograr una ventaja.
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