La bondad grita. La maldad susurra.
-Proverbio tradicional balinés.
-Proverbio tradicional tibetano.
La mayor fortaleza de los Príncipes de Bambú es asimismo su mayor debilidad. Están haciendo todo esto sobre la marcha. Todos los Takeouji saben que están actuando para hacer del Reino Medio un lugar mejor. Saben que ello supone un cambio. Saben que los dame-sama no están cumpliendo la tarea bien. Casi todos saben qué no hacer. Lo que ocurre es que no están tan seguros de lo que deberían hacer.
Los Príncipes de Bambú constituyen una revolución dividida, unida más por la presión exterior que por el consenso interior. Algunos Príncipes creen que sólo necesitan unificar las tradiciones del Reino Medio y todo desembocará en un nuevo Shambala. La mayoría de los Monos Corredores consideran ese punto de vista patéticamente ingenuo. Otros ven sabiduría en el mecanizado y utilitario humanismo del Oeste. La mayor parte de los Takeouji se encuentran en algún punto entre ambas posturas y tratan de imaginar una forma de armonizar la innovación occidental con la espiritualidad de Asia. Muchos Monos Corredores han pasado sus primeras mañanas debatiendo acerca de qué hacer con la sociedad Kuei-jin si los Príncipes finalmente expulsaran a los dame-sama, dándose perfecta cuenta de cuán lejos se halla esta meta incluso.
Desde un punto de vista más práctico, a medida que se acerca la Sexta Edad, muchos Takeouji están apremiando para adoptar una postura más activa, argumentando que ocultarse en las cortes supone no poder trabajar lo bastante rápido. Exigen la confrontación directa y la captura coordinada de los Nidos de Dragón clave de un lado a otro del Reino Medio. Podrían tener razón. Podría ser demasiado tarde para la cautela. Por otra parte, los Príncipes de Bambú no son en ninguna parte tan poderosos como en las cortes, y tal acción podría fácilmente dar lugar a la total destrucción de todos los Takeouji, lo que en último término llevaría a la victoria de los Reyes Yama. Nadie está realmente preparado para arriesgarse a eso todavía.
El liderazgo de los Príncipes de Bambú no es lo bastante sólido para afrontar este reto tampoco. Incluso zuboshi famosos como Maoxian Mao son más bien líderes espirituales que generales, y Burakumin parece estar más resuelto a ofrecer preguntas que respuestas. Con frecuencia, un zuboshi comparecerá y declamará lo que ve como la solución a todos los infortunios del Reino Medio, sólo para ver sus ideas hechas pedazos en una breve y brillante refutación por parte del Heraldo de la Revolución. Recientemente, los Takeouji han comenzado a prestar oídos a la Profecía de la Serpiente de Jade, un críptico pasaje que muchos Príncipes creen podría contener augurios de su futuro. El origen de la Profecía de la Serpiente de Jade es del todo desconocido, así que muchos Kuei-jin la desechan por apócrifa. Mas otros la ven como un símbolo de esperanza en un mundo donde la Sexta Edad está justo a la vuelta de la esquina.
La Profecía de la Serpiente de Jade
Cuando la Rueda vuelva la Quinta Edad y el Dragón gobierne las estaciones, la Serpiente de Jade se alzará del Bambú. Las Canciones de la Estrella de Metal derrotarán con su armonía a los Reyes de Muerte de Jade. El Viento Propicio del Este soplará sobre el Reino Medio y la Sangre de Medianoche se perderá.
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