La Situación Actual

Los Takeouji son más fuertes en los lugares con mayor influencia occidental. Vivir según las leyes medievales tiene menos sentido para la gente que estudia las últimas teorías sobre macroeconomía o ve Los vigilantes de la playa. En este preciso momento están muy bien situados en Corea del Sur, Taiwán, Singapur y Japón, y están haciéndolo bien en grandes ciudades como Hong Kong, Bangkok, Shanghái y Manila. Los Takeouji tienen unos pocos simpatizantes en las regiones rurales, pero por ahora, los dame-sama mandan.

Mucha gente confunde a los Takeouji con el Clan Genji de Japón, pero no es así de simple. Hay muchos Genji que piensan que los Kuei-jin deberían aprovecharse de las ventajas modernas pero mantener las estructuras sociales del Shogunato Tokugawa. Los Monos Corredores afirman que las dos cosas no se mezclan. El Clan Bishamon sigue causando a los Príncipes de Bambú algunos problemas, y son tan susceptibles que podrían comenzar otra purga de las Cometas Negras. Sin embargo, hay varios shifuku bien situados entre las filas de los Bishamon que deberían ser capaces de hacer sonar la alarma si toman la senda de guerra otra vez. Las principales empresas de los Takeouji en Japón son debilitar a los Bishamon y asegurarse de que los Genji no se conviertan simplemente en shogun con ordenadores. Japón se ha convertido en el fulcro de los planes Takeouji porque sigue siendo el país más avanzado tecnológicamente del Reino Medio. También se debe a que es lo bastante pequeño para que unos pocos ichimi consigan auténticos resultados. Los Príncipes de Bambú tienen que trabajar duro allí, no obstante. No sólo los Bishamon son muy poderosos y están bien comunicados con los poderes mortales, sino que el Chi está disminuyendo. Saben que algunos de los dame-sama han despertado y están intentando arreglar el daño hecho por los Ardientes, pero sus antiguos libros y proverbios no dicen nada acerca de cómo luchar con esto, y los Bishamon sencillamente no están interesados en aprender cosas nuevas.

Es dudoso que haya un solo Príncipe de Bambú en Corea del norte, incluso a lo largo de la Senda Paralela, pero tienen una mayor presencia en las Cortes Verdes de lo que nadie sospecha. Singapur sigue siendo realmente avanzada, al menos tecnológicamente. Pero el Quincunx y los Bishamon más bien no la toman en cuenta. Su poder es demasiado reciente. Los Takeouji han estado actuando allí desde que Lee Kuan Yew tomó posesión. Aún es una de sus más poderosas bases, pero algo ha ido mal últimamente. Han estado desapareciendo Kuei-jin, Príncipes de Bambú para ser precisos, durante los dos últimos años. Es como si alguien hubiese decidido exterminar a los Príncipes de Bambú de Singapur. En este momento, las cortes no se dan cuenta de que los Gui Ren desaparecidos eran todos Takeouji, pero los Príncipes de Bambú temen que eso pueda cambiar, dando lugar a un seguimiento más intenso de la comunidad Kuei-jin local. Aunque todavía disponen de un gran centro neurálgico y alrededor de una docena de shifuku, los Takeouji de Singapur se están volviendo paranoicos. Las únicas claves conocidas son los minúsculos anillos rotos de jade blanco que han sido hallados en las moradas de los Kuei-jin desaparecidos. Por desgracia, nadie tiene idea de lo que esto significa.

En ciudades tales como Bangkok, Manila y Taiwán, los Príncipes de Bambú encajan a la perfección. Después de todo, son ciudades cosmopolitas, donde la innovación es una forma de vida. Incluso Shanghái, con su Corte de la Sangre antinipona y sin ancestros, necesita Kuei-jin que puedan hacer las cosas con eficacia, aparte de los cauces normales. El principal acicate de los Takeouji de estas ciudades está "orientado a los negocios". Ayudan a otros Kuei-jin a hacer sus negocios, enseñándoles por ejemplo que todo va mejor cuando están dispuestos a usar alguna innovación. El Ministerio del Bajel Escarlata de Shanghái es una dolorosa llaga: ofrece la fachada de innovación y eficiencia en su forma más aborrecible. todo aquel que quiera ganar la admiración de los Príncipes de Bambú podría lograrlo encontrando una manera de eliminar a esta monstruosidad o de probar que el Ministerio está al servicio de los Reyes Yama.

Éstas son sólo sus bases nativas, no obstante. Lo cierto es que los Príncipes de Bambú pueden estar en cualquier parte e donde haya un aeropuerto... o si las circunstancias se ponen feas, en cualquier parte donde pueda aterrizar un helicóptero. Y, a través de sus contactos o de su dinero, pueden hacer que sucedan cosas en cualquier parte a la que una llamada telefónica pueda llegar, aunque no puedan llegar allí ellos mismos.