Esfera de la Herrería Celestial
Cuando la Augusta Personalidad de Jade dividió el universo perfecto en Esferas contrastadas de Yin y Yang, el Primer Artesano Celestial, Ru Shou, construyó su forja en las tierras del sur. Ru Shou enseñó el arte del metal fundido a las gentes del Reino Medio, por lo que fue especialmente venerado. Al utilizarse el metal por vez primera para crear armas, Ru Shou fue conocido como el Dios del Castigo. A medida que los mundos Yin y Yang giraban en direcciones opuestas, el propio Ru Shou se hizo pedazos. Necesitaba tanto al metal como al fuego para forjar armas para el mayor de los siervos del Emperador Celestial. Ru Shou vio el lento auge de los devoradores Wan Xian de Chi maldito, y equipó con sus mejores armas a los dragones y a los hsien que le sirvieron, antes de cerrar el paso de los Diez Mil Inmortales a sus propiedades. Los servidores de Ru Shou combatieron a los invasores Wan Xian corruptos durante décadas, y finalmente expulsaron a los demonios a comienzos de la Cuarta Edad.
Ahora, miles de años más tarde, Ru Shou ha comenzado a enviar a sus servidores al Reino Medio para ver qué cambios han tenido lugar. El Dios del Castigo se quedó hace tiempo sin metal, al estar sus posesiones en lo más profundo de la esfera Yang, y mientras tanto, ha estado ocupado fabricando vasijas realmente hermosas, y obras aún más fabulosas, entre las que se incluye un carro hecho con las propias nubes, ha dado instrucciones a sus siervos para que le proporcionen cobre y bronce para forjar, así como noticias del mundo. Más de un Bodhisattva realmente antiguo es capaz de reconocer a los siervos de Ru Shou, y saben que una espada forjada por este puede ser un instrumento poderoso si se coloca en las manos adecuadas.
Las Tierras de las Multitudes Grotescas
Las historias de los viajeros de la China antigua hablan de docenas de reinos extraños, poblados por seres que ya no existen. En estas historias se habla de gente sin cabeza, con la cara en el abdomen o con dos cabezas o con una cabeza y dos cuerpos, o docenas de variaciones extrañas. Estos seres poseen costumbres y dietas extrañas. Algunos sólo pueden comer las partes de los animales que normalmente no se pueden comer, como el pelaje, las garras o los huesos, mientras que otros sólo pueden comer trigo primaveral, etc. Estos seres, junto con sus numerosos reinos, que comerciaban y luchaban con los reinos humanos de forma regular durante la Tercera Edad, todavía existen. Se conocen colectivamente como las Tierras de las Multitudes Grotescas, en la Esfera Yang. Estas tierras, más espirituales que materiales incluso en la Tercera Edad, ahora se encuentran separadas del mundo mortal por la Muralla del Emperador Celestial, que sólo pueden atravesar unos pocos.
A las Tierras Grotescas llega un flujo constante de Chi Yang. Esta energía sostiene a muchas criaturas extrañas que hace tiempo que murieron en el mundo físico. Existe un rumor de que estos lugares se encuentran habitados por seres aún más sorprendentes. Según el semi-mítico Diario de un viajero borracho, los Wan Xian no son los únicos elegidos de entre las filas de la humanidad, sino que también lo son algunas de estas extrañas razas. Existen también documentos poco fiables en la Corte de la Bestia de Xinjiang que sugieren que un puñado de estos inmortales permanece allí, ocultándose donde la Muralla y el intenso flujo de Chi Yang les protege del fuego de la maldición de la Augusta Personalidad. Sin embargo, puede que estas historias sólo sirvan para ocultar una verdad más oscura. Ningún testigo Wan Kuei fiable ha vuelto de esas tierras con tales historias.
El Reino de las Pasiones Feroces
El Chi Yang es, en el sentido más básico, energía vital. Es lo que impulsa al tigre a perseguir al ciervo, a la vez que impulsa al ciervo a huir del tigre. Aparta la enfermedad y mantiene al campesino durante su duro trabajo. Incita a todos los seres vivos a reproducirse y aumentar su linaje. El Reino de las Pasiones Feroces es el que contiene esa última necesidad. Es una tierra donde el único imperativo es el de unirse a una pareja, procrear y unirse de nuevo. El término "reino" tal vez no sea el más adecuado para ese lugar. No hay soberano, ni burocracia. El aire transporta la cálida y verde fragancia del principio de la primavera, y los bosques y valles florecen llenos de vida. Este lugar está lleno de decenas de miles de espíritus, y el número aumenta cada año.
Los espíritus animales se unen sin importarles la especie, y su descendencia es un híbrido que contiene los rasgos mezclados de sus progenitores. Algunos Wan Kuei sospechan que este lugar es el verdadero hogar de las Gentes Feroces, pero pocos de ellos desean sentarse a discutir la cuestión. Hay pocos Dragones Asesinos permanentente asentados en este lugar. Se alimentan de las energías Yang o de los espíritus de la zona, y pasan sus días sumindos en un sibaritismo hedonista. A los Wan Kuei que no están desequilibrados de Yang, el lugar les resulta bastante incómodo, a pesar de tener la tentación de un prolongado ciclo escarlata. Los Dragones Aesinos que residen aquí, el wu del Bosque Escarlata, han dado a luz a numerosos noños Dhampyros, que parecen acostumbrados al flujo de energía vital que los rodea.
Cuando la Augusta Personalidad de Jade dividió el universo perfecto en Esferas contrastadas de Yin y Yang, el Primer Artesano Celestial, Ru Shou, construyó su forja en las tierras del sur. Ru Shou enseñó el arte del metal fundido a las gentes del Reino Medio, por lo que fue especialmente venerado. Al utilizarse el metal por vez primera para crear armas, Ru Shou fue conocido como el Dios del Castigo. A medida que los mundos Yin y Yang giraban en direcciones opuestas, el propio Ru Shou se hizo pedazos. Necesitaba tanto al metal como al fuego para forjar armas para el mayor de los siervos del Emperador Celestial. Ru Shou vio el lento auge de los devoradores Wan Xian de Chi maldito, y equipó con sus mejores armas a los dragones y a los hsien que le sirvieron, antes de cerrar el paso de los Diez Mil Inmortales a sus propiedades. Los servidores de Ru Shou combatieron a los invasores Wan Xian corruptos durante décadas, y finalmente expulsaron a los demonios a comienzos de la Cuarta Edad.
Ahora, miles de años más tarde, Ru Shou ha comenzado a enviar a sus servidores al Reino Medio para ver qué cambios han tenido lugar. El Dios del Castigo se quedó hace tiempo sin metal, al estar sus posesiones en lo más profundo de la esfera Yang, y mientras tanto, ha estado ocupado fabricando vasijas realmente hermosas, y obras aún más fabulosas, entre las que se incluye un carro hecho con las propias nubes, ha dado instrucciones a sus siervos para que le proporcionen cobre y bronce para forjar, así como noticias del mundo. Más de un Bodhisattva realmente antiguo es capaz de reconocer a los siervos de Ru Shou, y saben que una espada forjada por este puede ser un instrumento poderoso si se coloca en las manos adecuadas.
Las Tierras de las Multitudes Grotescas
Las historias de los viajeros de la China antigua hablan de docenas de reinos extraños, poblados por seres que ya no existen. En estas historias se habla de gente sin cabeza, con la cara en el abdomen o con dos cabezas o con una cabeza y dos cuerpos, o docenas de variaciones extrañas. Estos seres poseen costumbres y dietas extrañas. Algunos sólo pueden comer las partes de los animales que normalmente no se pueden comer, como el pelaje, las garras o los huesos, mientras que otros sólo pueden comer trigo primaveral, etc. Estos seres, junto con sus numerosos reinos, que comerciaban y luchaban con los reinos humanos de forma regular durante la Tercera Edad, todavía existen. Se conocen colectivamente como las Tierras de las Multitudes Grotescas, en la Esfera Yang. Estas tierras, más espirituales que materiales incluso en la Tercera Edad, ahora se encuentran separadas del mundo mortal por la Muralla del Emperador Celestial, que sólo pueden atravesar unos pocos.
A las Tierras Grotescas llega un flujo constante de Chi Yang. Esta energía sostiene a muchas criaturas extrañas que hace tiempo que murieron en el mundo físico. Existe un rumor de que estos lugares se encuentran habitados por seres aún más sorprendentes. Según el semi-mítico Diario de un viajero borracho, los Wan Xian no son los únicos elegidos de entre las filas de la humanidad, sino que también lo son algunas de estas extrañas razas. Existen también documentos poco fiables en la Corte de la Bestia de Xinjiang que sugieren que un puñado de estos inmortales permanece allí, ocultándose donde la Muralla y el intenso flujo de Chi Yang les protege del fuego de la maldición de la Augusta Personalidad. Sin embargo, puede que estas historias sólo sirvan para ocultar una verdad más oscura. Ningún testigo Wan Kuei fiable ha vuelto de esas tierras con tales historias.
El Reino de las Pasiones Feroces
El Chi Yang es, en el sentido más básico, energía vital. Es lo que impulsa al tigre a perseguir al ciervo, a la vez que impulsa al ciervo a huir del tigre. Aparta la enfermedad y mantiene al campesino durante su duro trabajo. Incita a todos los seres vivos a reproducirse y aumentar su linaje. El Reino de las Pasiones Feroces es el que contiene esa última necesidad. Es una tierra donde el único imperativo es el de unirse a una pareja, procrear y unirse de nuevo. El término "reino" tal vez no sea el más adecuado para ese lugar. No hay soberano, ni burocracia. El aire transporta la cálida y verde fragancia del principio de la primavera, y los bosques y valles florecen llenos de vida. Este lugar está lleno de decenas de miles de espíritus, y el número aumenta cada año.
Los espíritus animales se unen sin importarles la especie, y su descendencia es un híbrido que contiene los rasgos mezclados de sus progenitores. Algunos Wan Kuei sospechan que este lugar es el verdadero hogar de las Gentes Feroces, pero pocos de ellos desean sentarse a discutir la cuestión. Hay pocos Dragones Asesinos permanentente asentados en este lugar. Se alimentan de las energías Yang o de los espíritus de la zona, y pasan sus días sumindos en un sibaritismo hedonista. A los Wan Kuei que no están desequilibrados de Yang, el lugar les resulta bastante incómodo, a pesar de tener la tentación de un prolongado ciclo escarlata. Los Dragones Aesinos que residen aquí, el wu del Bosque Escarlata, han dado a luz a numerosos noños Dhampyros, que parecen acostumbrados al flujo de energía vital que los rodea.
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