Los nerviosos hermanos se miraron el uno al otro, buscando aplomo donde no lo había. Fueron necesarios dos minutos, mas el hermano mayor, por último, se dirigió al antiguo protector de su familia: -Los tiempos han cambiado, Vuestra Eminencia. Ya no podemos permitirnos dedicar nuestras vidas a mantener vuestros jardines. Tras una pausa que pareció más larga y vacía de lo que en realidad era, concluyó: -Hemos decidido ir a América.
El mandarín consideró aquello por un momento, actuó y entonces se volvió a los dos hermanos supervivientes. -Vuestro antepasado juró que sus descendientes servirían hasta la muerte. He salvado a vuestro hermano de deshonrar su palabra. Ahora debéis elegir qué camino honorable tomaréis.
En los antiguos días, los mortales vivían y luchaban gustosamente para los Wan Xian solo por el honor de servir a los protectores del Reino Medio. Pero el Reino Medio ha cambiado. Los Wan Xian ahora son los Wan Kuei (Kuei-jin en lugar de inmortales), y los mortales quieren más que un hermoso discurso sobre la protección del Reino Medio a cambio de su lealtad.
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