Qué Somos

Somos los Wan Kuei, los Diez Mil Demonios. Nacidos de madre mortal, vivimos nuestras vidas como hombres y mujeres mortales, y morimos y vamos al infierno. Algo nos lleva al Yomi Wan. Ningún hombre llega a los Mil Infiernos si no pertenece allí. Tal vez se trate de un feroz asesino, o tal vez haya abandonado sus deberes familiares para vivir en la ciudad con los inmorales y los injustos. Todos nosotros hemos infringido las leyes eternas de un modo u otro en vida, y se nos ha condenado al infierno como castigo. Sin embargo, la fuerza nos ha traído de vuelta. No deseamos permanecer en manos de los Reyes Yama, y nuestra voluntad es fuerte, así que regresamos a las tierras superiores.

Nos dirigimos a nuestros cuerpos mortales y respiramos el Segundo Aliento y volvemos al mundo de los vivos. Somos los más fuertes entre los muertos. Los ladrones vulgares no tienen la fortaleza suficiente como para soportar el tormento de Yomi Wan y seguir gritando “¡No me inclinaré!”. De este modo, escapamos de los Reyes Yama, pero nuestro desafío, “¡No me inclinaré!”, no nos lleva demasiado lejos. La Augusta Personalidad de Jade nos ha condenado por la locura de nuestros predecesores, y su fuerza supera con mucho a la nuestra. No podemos soportar la luz del sol, debemos robar la vida a los mortales para seguir formando parte de este mundo, y nuestra alma oscura, nuestro P'o, ahora tiene voz.

He mentido. Te darás cuenta, estudiante, que tus mayores te mienten todos los días. A veces preferirían ocultar la verdad, y otras veces intentan enseñarte a oír mentiras y buscar la verdad. Te he mentido porque eso me facilitaba la narración. No escapamos de los Reyes Yama, al menos si se ha de creer a sus siervos demoníacos. Nos dejan salir de Yomi Wan, porque aquí les somos más útiles que en el infierno. Sin embargo, los demonios verdaderos mienten con más frecuencia que los Wan Kuei. No creo que los Reyes Yama nos dejen escapar simplemente de sus dominios. Sea cual sea la verdad, nunca podemos escapar totalmente de los Señores del Infierno. Seríamos buenos siervos y mejores esclavos para ellos. Los Reyes Yama pueden tentarte con promesas de poder o poner en peligro tu existencia para obtener tus servicios. A los Wan Kuei que sirven a los Reyes Yama les llamamos akuma, y no tienen lugar en nuestra sociedad. No acuses a nadie de traficar con los Reyes Yama si no tienes pruebas, ya que una acusación falsa de tal corrupción seguramente provocaría tu propia destrucción. Los akuma son fuertes, se esconden bien y afortunadamente son escasos.

Nuestra sociedad es sencilla. Está muy unida en la base, y las decisiones se dejan en manos de los ancestros mayores y más sabios. Cuando tus mayores te consideran hin, digno, te asignan a un wu, o familia de cadáveres. Al igual que los mortales que nos rodean, damos gran importancia al valor de las familias antiguas y fuertemente establecidas. Las Bai Shi Jia (Cien Familias Cadavéricas) son los wu más antiguos y poderosos del Reino Medio, pero el paso del tiempo ha hecho que el número de los Wan Kuei sea mayor del que podemos introducir fácilmente en cien familias de cinco miembros. Todos los wu viven en los confines de una de las Cortes Augustas. En las tierras septentrionales de Xixia, los Jin, los Manchú y las tribus bárbaras, los no-muertos, obedecen los dictados de la Corte de la Tortuga Negra. Al este, los señores de la guerra bebedores de sangre de Nihon y Koryo bailan delicadamente en círculos entre sí en la Corte del Dragón Celeste. Las selvas del sur contemplan los gritos de los mortales a manos de los demonios de la Corte del Fénix Escarlata. La Corte del Tigre Blanco domina el oeste, y todos obedecen al Emperador Amarillo de Changan, el corazón del Reino Medio.

A su vez, los ancestros de cada zona dirigen sus propias cortes. Por ejemplo, mientras que los ancestros de Linan forman parte de la Corte del Emperador Amarillo, es poco habitual que la corte imponga sus órdenes directamente sobre los Wan Kuei de una ciudad. Los mayores y más sabios de entre nosotros dominan las Cinco Cortes Augustas. En un mundo perfecto, los menos iluminados deberían considerar leyes sus meras sugerencias. Sin embargo, este mundo no es perfecto, pero es raro que los ancestros de una región entablen conflictos abiertamente entre sí o que cuestionen a los gobernantes de su Corte Augusta. Cuando esto sucede, es realmente terrorífico. Algunos Wan Kuei sienten predisposición hacia el enfrentamiento directo, mientras que otros prefieren utilizar otros métodos más sutiles para resolver las disputas. El Gran Arhat Xue, en sus viajes hace miles de años, destiló la esencia de la existencia Wan Kuei en cinco senderos de Dharma. Los que ven la fuerza y el coraje en la lucha, por ejemplo, tienden al Dharma del Tigre-Diablo (aunque he visto guerreros en los cinco Dharmas).

Xue creó, o tal vez descubrió, cinco senderos de Dharma hacia el final de la Tercera Edad. Las Grullas Resplandecientes son el honor y la justicia de los Wan Kuei, mientras que los Catayanos del Aullido del Tigre-Diablo buscan el dominio del mundo mediante sus propios demonios interiores. Los Wan Kuei de la Canción del Dharma de la Sombra (también llamados Bailarines de Hueso) buscan el reposo en la tranquilidad de la muerte, mientras que los Dragones Asesinos exaltan el eco de la vida que retenemos. El Dharma de los Mil Susurros pretende equilibrar todos estos extremos no negando ninguno de ellos, sino aceptándolos todos a la vez. Las Grullas Resplandecientes y los Tigres-Diablo, se oponen entre sí, las Grullas hacia el norte y los tigres hacia el sur. Las Grullas siguen los dictados del Hun, el impulso más elevado y noble de cada Wan Kuei. El Aullido de los Tigres-Diablo responde a la llamada del P'o, el impulso del animal furioso. Esto no evita que los miembros de ambos Dharmas se lleven bien. De hecho, cada uno de ellos suele poseer conocimientos que pueden ayudar al otro.

Del mismo modo, los Dragones Asesinos y los Bailarines de Hueso se alinean de forma contraria, aunque no son enemigos. Los Dragones Asesinos se sitúan en el este, y se basan en la fuerza del Yang, el impulso masculino, la energía vital. Los Bailarines de Hueso se sitúan al oeste, y obtienen su fuerza del impulso Yin, la energía femenina de la muerte y la decadencia. El Dharma de los Mil Susurros ocupa el centro de esta cruz. Un wu correctamente equilibrado debería consistir en un Wan Kuei de cada dirección, aunque a veces las circunstancias lo impiden. Un wu desequilibrado no suele durar mucho, ya que las presiones tanto internas como externas destruyen un grupo así.

• De los comentarios de Dan Xiang: Absurdo. Estuve en un wu desequilibrado durante más de un siglo, y sólo se hizo pedazos cuando dos de los míos fueron destruidos por grandes bestias. El destino no suele otorgar el Segundo Aliento a hin del Dharma adecuado para los puestos libres de cada wu: debemos hacerlo lo mejor que podamos.

• De los comentarios de Li Citan: El autor sólo habla de cinco Dharmas. Sin embargo, se equivoca al pensar que esos son los únicos que existen. La mayoría de los Wan Kuei chinos están de acuerdo en que sólo los cinco senderos de Xue contienen el camino hacia la salvación. Sin embargo, existen otros Dharmas heréticos, que parecen mantener a sus practicantes al menos un paso por encima del chih-mei caníbal.