Como se ha referido en otra parte, Norteamérica está bastante tranquila (al menos, en lo que a los Kuei-jin se refiere) fuera de los Estados Libres Anarquistas. Los Kuei-jin han establecido su presencia junto a la mayoría de las poblaciones inmigrantes de Asia en los Estados Unidos y Canadá, pero las Cinco Augustas Cortes están aguardando a ver qué sucede en Los Ángeles antes de emprender más acciones, y las otras cortes de Asia se encuentran más que gustosas de dejar que el Quincunx asuma los riesgos iniciales.
• Los Ángeles: Los Ángeles nunca será la misma, y nunca se recuperará de la sangrienta guerra a la que fue obligada por las Cinco Augustas Cortes. Hacia el invierno de 1998, el impacto del choque inicial fue contenido por las defensas anarquistas, y la Invasión de Jade llegó a un indeseado equilibrio. Hoy, los Kuei-jin y los Cainitas de Los Ángeles viven bajo la sombra del conflicto, sin luchar de forma activa ni cercanos a la paz. Alrededor de un tercio de los invasores están muertos, quedando menos de cien Kuei-jin para proseguir la batalla. Los Cainitas de Los Ángeles tuvieron pérdidas mucho mayores; más de la mitad de ellos encontraron la Muerte Definitiva, con muchos más en letargo. No obstante, son los jóvenes y débiles de entre ellos los que sufrieron más; Jeremy MacNeil y sus compañeros escaparon a lo peor de la violencia. También lo hicieron la mayoría de los barones”, los líderes regionales de la ciudad.
El verdadero éxito de los anarquistas no radica en los números, sin embargo. MacNeil pronto sacó en conclusión que su mejor posibilidad para resistir a los invasores no se apoyaba en su poder físico, ni en los soldados que pudiera traer para resistir. Tampoco deseaba especialmente poner a prueba su control del ganado; creía, correctamente, que la aversión anarquista hacia el liderazgo patente entorpecería de forma inevitable cualquier intento de usar las instituciones de Los Ángeles contra los invasores. Además, los Kuei-jin ya estaban firme y cómodamente instalados en Chinatown, y MacNeil no creía que pudiera echarlos. En vez de eso, tomó el camino que le había procurado éxito en el pasado: propaganda, filosofía política y discursos. Si los Catayanos chinos querían tomar el territorio, aquello era aceptable, pero los soldados rasos entre ellos soportarían el embate de los contraataques y, siempre que fuese posible, serian los objetivos de la petición de parlamentar de MacNeil. Su mensaje era invariable; al cabo de unos meses, la mayoría de los Kuei-jin en Los Ángeles conocían la historia de como MacNeil y sus camaradas rompieron con el poder de la Camarilla y crearon un refugio para los de su clase.
El Mandarín Hao desechó estas tácticas considerándolas ineficaces y de mal gusto, en parte porque Wu de la Zancadilla del Mono le pintó un cuadro de Dragones Tundidores fanáticamente leales que hacían caso omiso de cualquier cosa que MacNeil tuviera que decirles. Por supuesto, era mentira; por desgracia para la Invasión de Jade, los Kuei-jin son tan capaces de subestimar a un oponente como cualquier Cainita. El Mandarín Hao le tomó la medida a MacNeil y estimó que era un bárbaro carente de inteligencia, mientras MacNeil le robó a Hao su lugarteniente de confianza. El Mandarín Hao todavía no sabe de esta traición. En este momento, Wu de la Zancadilla del Mono acaba de ser nombrado Barón de Chinatown. Se trata de un titulo sin valor en tanto el Mandarín Hao controla la Invasión de Jade, pero ¿quién sabe cuanto mas durara? MacNeil, un tanto para su propia sorpresa, ha admitido que el estilo de liderazgo anarquista no funcionará entre los Kuei-jin. Lo que es mas sorprendente, el resto de los anarquistas están de acuerdo. Wu tiene intención de llamar a su corte la Corte de Azogue.
• San Diego: El peso del Gran Salto al Exterior no estaba dirigido contra San Diego, pero dada su proximidad a Los Ángeles, varios wu se encargaron de San Diego como un proyecto personal. Las instalaciones navales de San Diego vuelven a la ciudad atractiva para aquellos interesados en el poder temporal, y es bastante grande para ser un valioso territorio en cualquier caso. El asalto inicial se encontró con el mismo éxito que el habido en otras partes. La Fuerza Armada de la Senda Violeta creó con rapidez una Pantalla Escarlata tradicional, proporcionando a la presencia tong de San Diego apreciable ayuda contra los contrabandistas de droga colombiana, a cambio de lealtad y temor. Entretanto, los otros wu atacaron a los Cainitas locales directamente, apartándolos de su debilitada base de poder.
Por desgracia, muchos de los Kin-jin muertos en estos compases iniciales fueron precisamente los que se oponían a que la Camarilla gobernase la ciudad; una vez la Brujah Tara comprendió lo que estaba pasando, rápidamente se declaré a si misma Príncipe de San Diego y exigió ayuda a la Camarilla. Aunque la Camarilla no deseaba intervenir de forma activa en los Estados Libres Anarquistas, no podía permitirse rehusar el regalo de una gran ciudad norteamericana; según la inteligencia de la Senda Violeta, un Cainita del rango “justicar” fue enviado a reforzar a Tara y sus tropas. Esto resultó ser suficiente para cambiar las tornas, y puesto que todo el mundo en Los Ángeles tiene bastante que hacer tal como está, ni los mandarines ni MacNeil se han encontrado preparados para volver a intervenir. San Diego ha rechazado el Gran Salto al Exterior, y los restos de la Fuerza Armada de la Senda Violeta se agazapan en los barrios chinos de San Diego tratando de decidir si huir, esperar o estallar en un glorioso desafío final a la muerte.
• Puntos Al Norte: San José es el extremo mas septentrional de los Estados Libres Anarquistas; vive en medio de una incómoda tregua con la ciudad de la Camarilla de San Francisco. El Mandarín Hao cree que la Zona de la Bahía de San Francisco, aunque muy rica e importante, requerirá un tacto exquisito: desde luego sus jóvenes fuerzas se arriesgan a dañar la valiosa economía de la región si emplean demasiada violencia. En los planes originales, esta región iba a ser el siguiente objetivo después de que el Gran Salto al Exterior tuviera éxito. Llegado este punto, será difícil establecer una verdadera corte en Los Ángeles, y sin esa poderosa influencia como guía, no debería acometerse ninguna acción directa contra la Zona de la Bahía. No obstante, ha llegado el tiempo de ejercer influencia; si el Mandarín Hao puede sobrevivir a las consecuencias de su fracaso, habrá tiempo para extender poco a poco zarcillos de poder dentro de la población asiática de Silicon Valley. El contrapeso a estos planes lo forman los pobladores Kin-jin de la región (y puedes estar seguro de que en esta ocasión los anarquistas y la Camarilla pondrán a un lado muchas de sus diferencias) y la más sutil influencia de las Cortes Verdes. Durante los últimos años, la población coreana de San Francisco ha crecido de forma notable, y los silenciosos complotadores de las Cortes Verdes vinieron con ellos.
• Otros Lugares: Aparte de Los Ángeles, la única concentración importante de Kuei-jin está en Vancouver, donde los Bishamon siguen dirigiendo la oleada de inmigrantes asiáticos a la ciudad. La comunidad hongkonesa expatriada de Vancouver creció de forma exponencial después de que Hong Kong volviera a manos chinas; dos facciones distintas vinieron con los recién llegados. Los Kuei-jin de Hong Kong que odiaban la idea de vivir bajo el gobierno de la Corte de la Llama pretenden hacerse con su propio lugar entre los wu Genji, mientras que los Cainitas que encontraban Hong Kong un alojamiento demasiado arriesgado tienen un gran acopio de conocimiento para compartir con los Vástagos de Vancouver. Está por ver si Vancouver se convertirá en un lugar más hostil para los Kuei-jin como resultado. En el resto del continente, hay poca actividad Kuei-jin en marcha. Como se comentó antes, varias cortes de Asia han comenzado a infiltrarse en la escena política de las ciudades de Norteamérica. Sin embargo, esto es más una consecuencia de la creciente población inmigrante que un esfuerzo coordinado por tomar el territorio Cainita.
Hawái, Australia y el Pacífico
El Pacífico nunca ha sido una zona de gran interés para la Camarilla; las islas están aisladas, y aunque los Vástagos no cambian mucho de sitio, sin duda necesitan una población humana con cierto grado de movilidad. Las poblaciones estáticas llegan a conocerse unos a otros, y hay demasiada curiosidad para estar cómodo.
• Hawái: Hawái, por supuesto, tiene un gran negocio turístico; Honolulu cuenta con una población de media docena de Vástagos gobernados por el Príncipe Sanderburg, un Brujah expatriado de San Francisco. Estos Vástagos se sustentan bastante bien con turistas y algún que otro habitante local, cuidándose siempre de no arriesgarse a afectar la industria turística misma. Los Cainitas de Honolulu, con todo, no son lo bastante poderosos para mantener las islas libres de Kuei-jin aunque quisieran hacerlo. Sanderburg nunca se ha sentido más que teóricamente afiliado a la Camarilla, dada su distancia al Consejo Interior. Mientras él y su gente no se vean violentamente atacados, no hay razón para causar problemas atrayendo la atención de la Camarilla... en especial cuando la ayuda es improbable. Hasta el momento, la influencia Kuei-jin en Hawái ha sido bastante benigna. Los Genji han enviado a varios agentes a las islas, para supervisar sus intereses financieros, pero sólo uno de los orientales, Ikodo Donji, está debidamente instalado en Honolulu. Puesto que los Genji sabiamente esperaron a que los mortales japoneses invirtieran en propiedades hawaianas antes de extender su propio alcance, hay poco por lo que luchar para los occidentales. Los poderes económicos que genera el interés crematístico japonés en Hawái son mayores que cualquier intriga Ventrue.
• Australia: Condiciones similares rigen para Australia... excepto que la situación política era poco estable incluso antes de que los Kuei-jin llegasen en masa. La población Cainita de Australia es más significativa que la de Hawái, pero el país está demasiado alejado de Europa para ser de veras importante para el resto de la Camarilla. Esta es, muy probablemente, la razón por la que el Sabbat ha hecho tantas incursiones en Australia en el siglo veinte, y la razón por la que Sídney ha seguido siendo una ciudad independiente durante tanto tiempo. Cuando los Genji enviaron a sus agentes, siguiendo la ola de inversión japonesa, encontraron un continente listo para ser saqueado. En consecuencia, fueron bastante menos sutiles que sus compatriotas de Hawái. La primera señal que los Cainitas tuvieron de la presencia Kuei-jin en Australia fue un súbito y brutal ataque: el wu de la Joven Flor Afilada asesinó al Príncipe Miranda de Adelaida cinco minutos antes de la puesta de sol en un ideal atardecer veraniego de diciembre. Animados por su éxito, las Flores Afiladas lo intentaron con el Arzobispo Camille en Brisbane la semana siguiente. No trataron de ocultar sus identidades, y cuando su ataque fracasó, la semejanza de métodos condujo a unas apresuradas conversaciones entre Camille, el Príncipe Sarrasine de Sídney y el Príncipe Taylor de Melbourne.
El resultado fue una frágil tregua entre los independientes, la Camarilla y el Sabbat: las tres Estirpes eran bien conscientes de que los Kuei-jin de Asia no se encontraban muy lejos, y la posibilidad de una invasión a gran escala era demasiado peligrosa para pasarla por alto. La Tregua de Sídney duró dos meses, sobreviviendo a una sangrienta guerra librada en las calles de las ciudades de Australia, antes de que los oportunistas de las Cortes Verdes llegaran para ver qué migajas podrían caer fuera de la mesa. Seok Kwan Sook, el líder penangallan de los llegados de las Cortes Verdes, ofreció al Príncipe Taylor su ayuda a cambio de concesiones una vez la guerra terminase. Los otros dos líderes Cainitas protestaron amargamente, pero Taylor encontró el trato de Kwan Sook de su agrado, y la guerra pasó a disputarse en forma de encarnizadas reyertas entre media docena de facciones enfrentadas. En la actualidad, los Genji controlan Adelaida con mano de hierro. El Príncipe Sarrasine sigue conservando Sídney, pero la Corte Verde Kuei-jin se ha abierto paso a golpes hasta una precaria posición en Brisbane. El resto del Sabbat de Australia está al acecho en la Costa de Oro, preparándose para retornar. El paisaje político es una ciénaga de cambiantes alianzas, con escasa atención a los orígenes nacionales. Australia es lo más próximo a la Guerra Fría del ganado que el Gran Salto al Exterior ha visto; espionaje, asesinatos y refinadas maniobras están a la orden del día.
Sudamérica
La heterogénea naturaleza de la población de Vástagos de Sudamérica deja un gran hueco para que los agresivos y jóvenes Kuei-jin lo aprovechen. Varios wu se han trasladado a Sudamérica por decisión propia; se trata en su mayor parte de aquellos Kuei-jin que se impacientan debido a las restricciones de las cortes. Siguen las recientes oleadas de inmigrantes asiáticos a Sudamérica, buscando una nueva tierra donde hacer fortuna. En definitiva, este ha sido un gran éxito para los Kuei-jin. En Sudamérica, a nadie le importa demasiado el gran alcance de la política de sectas; lo que importa es lo puramente local. Los Kuei-jin son tan buenos en política local como cualquiera de los Vástagos. Casi todas las ciudades principales de Sudamérica cuentan al menos con un residente Kuei-jin, y pocos de ellos se molestan en ocultar sus orígenes. La benévola llegada de wu aislados no es la única presencia asiática en Sudamérica, no obstante. Los Tigres-Diablo han decidido colonizar Sudamérica, al parecer; aunque nadie fuera de los círculos interiores del Dharma conoce los detalles, corren rumores en las Cinco Augustas Cortes. Si uno ha de creer todo lo que oye, los Tigres-Diablo han llevado a sus más viejos bodhisattvas hasta Río de Janeiro (han jurado matar a cualquier seguidor de otro Dharma que encuentren en Argentina) el Dharma se ha escindido, y Sudamérica fue entregada a una secta hereje de Tigres-Diablo akuma, entre otras cosas. Tales rumores se están extendiendo en este mismo momento entre los poderosos señores Lasombra y Toreador de Río. Es probable que su reacción sea enérgica.
Centroamérica
El Sabbat gobierna América Central con extrema crueldad. Ciudad de México es el corazón del poder Sabbat. Algunos insensatos Kuei-jin han dejado que su curiosidad los condujera dentro de territorio Sabbat; ninguno ha regresado.
Europa
La heterogénea naturaleza de la población de Vástagos de Sudamérica deja un gran hueco para que los agresivos y jóvenes Kuei-jin lo aprovechen. Varios wu se han trasladado a Sudamérica por decisión propia; se trata en su mayor parte de aquellos Kuei-jin que se impacientan debido a las restricciones de las cortes. Siguen las recientes oleadas de inmigrantes asiáticos a Sudamérica, buscando una nueva tierra donde hacer fortuna. En definitiva, este ha sido un gran éxito para los Kuei-jin. En Sudamérica, a nadie le importa demasiado el gran alcance de la política de sectas; lo que importa es lo puramente local. Los Kuei-jin son tan buenos en política local como cualquiera de los Vástagos. Casi todas las ciudades principales de Sudamérica cuentan al menos con un residente Kuei-jin, y pocos de ellos se molestan en ocultar sus orígenes. La benévola llegada de wu aislados no es la única presencia asiática en Sudamérica, no obstante. Los Tigres-Diablo han decidido colonizar Sudamérica, al parecer; aunque nadie fuera de los círculos interiores del Dharma conoce los detalles, corren rumores en las Cinco Augustas Cortes. Si uno ha de creer todo lo que oye, los Tigres-Diablo han llevado a sus más viejos bodhisattvas hasta Río de Janeiro (han jurado matar a cualquier seguidor de otro Dharma que encuentren en Argentina) el Dharma se ha escindido, y Sudamérica fue entregada a una secta hereje de Tigres-Diablo akuma, entre otras cosas. Tales rumores se están extendiendo en este mismo momento entre los poderosos señores Lasombra y Toreador de Río. Es probable que su reacción sea enérgica.
Centroamérica
El Sabbat gobierna América Central con extrema crueldad. Ciudad de México es el corazón del poder Sabbat. Algunos insensatos Kuei-jin han dejado que su curiosidad los condujera dentro de territorio Sabbat; ninguno ha regresado.
Europa
Europa es un terreno peligroso para un Kuei-jin ambicioso. Las ciudades de Europa son viejas según los estándares Cainitas, aunque no según los de Asia, y los vampiros de Europa son viejos más allá de toda medida. Es más, el ganado de Europa es proclive a la intolerancia y el racismo; hay una importante población asiática en Europa, pero los inmigrantes encuentran la vida allí en verdad dura. Los Príncipes de Europa mantienen sus ciudades con un firme dominio. A diferencia de sus homólogos de América, los Príncipes europeos por lo general consideran las Tradiciones inviolables; de tal manera, prestan mucha más atención a la población vampírica de sus ciudades. Un wu despierto puede introducirse furtivamente en una ciudad americana y hacerse pasar por un grupo de anarquistas o Caitiff, pero es improbable que los europeos permitan siquiera anarquistas en su ciudad, y no digamos que les dejen ocuparse de sus asuntos sin demasiadas objeciones. El resultado es el que podría esperarse.
Unos pocos Kuei-jin se han infiltrado con éxito en Londres, y se rumorea que los Giovanni permitieron a un embajador de la Corte de la Sangre entrar en Venecia como compensación parcial por el estatus de della Passaglia en Pekín. Con estas contadas excepciones, no obstante, Europa es un territorio por completo hostil. Por desgracia para muchos jóvenes Kuei-jin, China y Japón bullen de informes sobre inteligentes y jóvenes Tigres-Diablo y Dragones Tundidores que fueron a Europa, arruinaron la Mascarada y quedaron del todo impunes. Ciertamente, varios Kuei-jin han estado pavoneándose por Pekín y Tokio, haciendo gala de los trofeos de sus viajes y dejándose invitar a cenar (o algo parecido) a cuenta de las historias de sus hazañas. Esto ha impulsado a un buen número de ansiosos seguidores a moverse a lo largo de la Ruta de la Seda para tratar de superar a sus ídolos. Solo encontrarán la muerte.
El Príncipe Wilhelm de Berlín capturó a un pequeño wu de la Corte de la Sangre en el otoño de 1998, y en lugar de matarlos sin más, se tomó el tiempo de analizar de forma exhaustiva a esos extraños visitantes de su ciudad. Los poderes de los jóvenes Kuei-jin no eran rival para su anciana mente; un poco de encanto y un mucho de fuerza mental más tarde, y Wilhelm se vio a sí mismo en posesión de acaso el mayor tesoro de información sobre los Kuei-jin en toda la Camarilla. Si alguien rivaliza con él a este respecto, es el Consejo de los Siete Tremere, y están poco dispuestos a compartir su conocimiento. El Príncipe Wilhelm envió al wu de vuelta a su hogar con recuerdos implantados, esperando atraer a más de su clase hacia sus garras. Esta artimaña ha sido bastante exitosa hasta el momento, aunque algunos de los mandarines de las Cinco Augustas Cortes se preguntan cómo es posible que unos pocos Kuei-jin faltos de criterio pudieran hacer estragos en la Mascarada de forma tan eficaz cuando la Camarilla está bien preparada para las mismas tácticas procedentes del Sabbat. No obstante, hay muy pocos mandarines que sepan lo bastante acerca de la Camarilla para hacer tales preguntas... por ahora.
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