Herederos de la Sangre: Los Cainitas

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En la época de la Cuarta Edad, el contacto entre Cainitas y Wan Kuei es bastante inusual. El contacto directo entre China y Europa es casi inexistente, y pocos están dispuestos a hacer un viaje tan arduo, incluso si esto les depara alguna recompensa al llegar al destino. En las zonas fronterizas como la india y las comunidades diseminadas por la ruta de la seda sí se dan contactos entre varios tipos de inmortales, pero no en cantidad suficiente como para afectar realmente a las ideas de los príncipes Cainitas o ancestros Wan Kuei. Sin embargo, no hay razón para que unas cuantas almas duras no puedan hacer el viaje con los propósitos de una crónica realmente global.

Aunque las naturalezas de los Cainitas y los Wan Kuei son sustancialmente diferentes, estas distinciones pueden ocultarse con cierta cautela por parte del viajero. Después de todo, si se llega al punto de que un inmortal confiese que se pudre al sol en vez de arder, probablemente tenga más problemas con el choque cultural. Los candidatos propicios para viajes a tierras extranjeras son los eruditos y exiliados. Los hay de sobra entre los Cainitas y los Wan Kuei, desde los curiosos Capadocios a los acusados de ser akuma que buscan venganza. Todos pueden terminar llegando al territorio de un tipo de inmortales totalmente distinto, pero aún deben enfrentarse a la barrera del lenguaje.

Nunca Los Perdimos

Los Gangrel y Ravnos poseen linajes que han estado en contacto con los Wan Kuei durante milenios. Cuando comienza el contacto con occidente, la mayoría de los Wan Kuei no piensan en conectar el influjo repentino de los occidentales con los degenerados inmortales sin Dharma, ya conocidos. Del mismo modo, pocos Cainitas que conozcan a Catayanos por primera vez pensarán en preguntar a sus parientes semi-bárbaros en los límites de la sociedad europea: "¿Sabes algo de estos extranjeros extraños?". De este modo, todas las partes pierden desde el principio la oportunidad de establecer contactos.

El Panorama Desde el Este

Desde la perspectiva de los Wan Kuei, los Cainitas son criaturas inferiores casi por definición. Los Wan Kuei no son inmunes al patriotismo exacerbado de la época, y miran con malos ojos a los extranjeros. La concentración de los Wan Kuei en el Dharma también hace que exista un abismo entre ellos y los Cainitas. Las otras filosofías, ya sean Caminos Cainitas o religiones mortales, son difíciles de aceptar, y los intentos de los europeos por lograr la conversión sólo sirven para agravar los problemas. Por lo que respecta a la mayoría de los Wan Kuei, sus "parientes" occidentales practican religiones corruptas o absurdas que no pueden salvarlos de Yomi. Por esto, deben estar degenerados, en el mejor de los casos hasta el grado de un hin. Los encuentros con los Cainitas sólo sirven para confirmar estas impresiones. Los primeros Cainitas europeos con los que se suelen topar los Wan Kuei son los Capadocios, Lasombra y Salubri. Los Capadocios parecen imitaciones pobres de los Bailarines de Hueso. Los Lasombra parecen lo que serían las Grullas Resplandeciente si se entregasen a la confusión de unas doctrinas degeneradas durante unos cuantos siglos. Los Salubri recuerdan a los Wan Kuei a los Zao-lot, y evidentemente son objetivos para la exterminación. Algunos Wan Kuei responden de un modo más favorable y aprenden antes a ocultar sus intereses.

Los intercambios productivos de información suelen tener lugar principalmente en los confines de las cortes y en las nebulosas regiones fronterizas que ninguna corte controla de un modo efectivo. Los contactos con algunos Assamitas militantes sólo empeoran la situación, confirmando los miedos de los Wan Kuei sobre la destructividad y la ambición de los Cainitas. Los ancestros de las cortes del oeste dejan de lado sus rencillas con los mongoles durante el tiempo justo para proporcionar un apoyo más vigoroso a los ataques en oriente medio. De este modo, Mongke y Hulagu dirigen ejércitos que cuentan con intervención sobrenatural así como éxito mundano en el campo de batalla. A finales del siglo XIII y principios del XIV, los Wan Kuei conocen a más clanes Cainitas. A la mayoría de los Wan Kuei les dan exactamente igual los detalles y no están interesados en los clanes más de lo que puedan estarlo en el número de rayas de una especie de avispas en comparación con otra. Los eruditos Wan Kuei catalogan la gama de Disciplinas demostradas y debaten sobre el verdadero origen de los Cainitas. La mayoría atribuyen a maldición del vampirismo a Zao-lot. Unos pocos se molestan en investigar más profundamente, pero suelen generalizar usando datos limitados, y dibujan mapas contradictorios de las líneas de sangre.

El Panorama Desde el Oeste

Para los hijos de Caín, los Wan Kuei no suponen ningún misterio. No es ningún secreto el que los clanes se esparcieran tras la caída de la Segunda Ciudad. Evidentemente, algunos de la cuarta generación llegaron muy lejos y crearon sus propias líneas de sangre con Disciplinas propias. Ningún Cainita que haya avanzado en Vicisitud cree que el Dios-Cuerpo del Metal ni el Dios-Cuerpo de la madera sean especialmente sorprendentes. La Lágrima de Dragón se parece al Valeren o incluso a una forma especializada de Auspex. Esto también sucede con las otras Disciplinas: sí, son poco familiares, pero, los Cainitas pueden aprender a familiarizarse con lo desconocido. Todo encaja en un plan maestro. Casi todos los Wan Kuei con que se topan los Cainitas en estos siglos beben sangre. Es fácil ver los Dharmas como vias con pretensiones grandiosas. Lo que preocupa a los Cainitas son los aspectos prácticos al encontrarse con sus parientes orientales a los que no ven desde hace tiempo. La mayoría de los Cainitas que viajan a oriente lo hacen por razones misioneras, uniéndose a sus hermanos mortales para extender la fe cristiana (y con ella, sus propias esferas de influencia). Aprenden pronto que donde quiera que encuentren enclaves de resistencia especialmente hostil, seguramente encontrarán acechando entre las sombras a miembros de las líneas de sangre perdidas. Del mismo modo, los negociadores motivados por cuestiones políticas y económicas que siguen a los misioneros descubren que los vampiros orientales suelen promover el aislacionismo más celoso y la xenofobia.

El término "Catayano" empieza a usarse entre los Cainitas de un modo generalizado en 1270 como etiqueta para englobar a todos los vampiros orientales. Los Cainitas que van a las cruzadas, especialmente los Brujah, Toreador y Ventrue, creen que los Catayanos deberían tener una sola oportunidad para convertirse o ser destruidos. Los conspiradores de los Furores creen que los Catayanos podrían ser aliados útiles en la lucha contra los antiguos. Están equivocados, ya que todos los Dharmas inculcan el respeto por la edad y los logros de los mayores, y carecen de respeto para con los jóvenes escandalosos. Los Cainitas con intereses comerciales, especialmente los viles Ventrue, que se convertirán en el clan más importante en los siglos venideros, ven a los Catayanos como potenciales clientes. Están equivocados también, ya que pocos Catayanos aceptarían nada más que tributos ni darían nada más que consejos. Los antiguos temen que los Catayanos igual que estos temen cualquier novedad. e intentan usarlos como armas en la Guerra de las Edades. Pocos Wan Kuei se prestan.

Agrandando el Abismo

Hay muchos factores que contribuyen a crear antipatía entre Cainitas y Wan Kuei. ¿Deben terminar, por lo tanto, todos los encuentros entre ellos en el egoísmo y la muerte? No. En ciertas circunstancias, la estirpe de oriente y la de occidente pueden coexistir durante cierto tiempo, o incluso indefinidamente. Ambas comunidades de inmortales poseen eruditos, para quienes la búsqueda de la sabiduría tiene prioridad sobre la conquista y la aseveración de ordenes imperiales. Los eruditos no suelen actuar por el puro placer de conocer, por supuesto, sino que simplemente intentan demostrar sus propias afirmaciones basándose en un conocimiento superior, y en las ventajas que éste proporciona.

De este modo, un Tigre-Diablo que crea que todos los Cainitas deben ser destruidos, se alía con los Cainitas viajeros durante años con un fin, descubrir cuáles son sus puntos débiles y fuertes viendo cómo se comportan en diferentes situaciones, y ver también que tipo de crisis requieren su intervención. Todo ello es información táctica que un general sensato querría conocer antes de avanzar contra el enemigo. Del mismo modo, un Mil Susurros intentaría infiltrarse entre los Cainitas sin ser detectado, buscando cualquier información que desechen los ignorantes occidentales. Un Bailarín de Hueso se interesará mucho por los nigromantes y magos de la muerte Cainitas, e intentaría estudiarlos de cualquier forma, desde la observación a cubierto hasta el intercambio de conocimientos abiertamente. Una Grulla Resplandeciente podría decidir que sus labores como juez requieren la investigación a fondo de las circunstancias de la parte culpable, y se vería atrapado entre los círculos concéntricos de la sociedad Cainita. Los Dragones Asesinos son los únicos que, sin duda, no encontrarán nada de interés en los Cainitas.

Hay muchas facciones entre los Cainitas que también tienen motivos para intentar estudiar a los extranjeros en vez de enfrentarse a ellos, al menos de momento. Si los Capadocios y (más tarde) Giovanni, vislumbrasen el conocimiento sobre tumbas y espíritus de los Bailarines de Hueso, se sentirían atraídos hacia el este como una polilla a una llama. Los Toreador y Tzimisce estudian los medios utilizados por los Wan Kuei para ejercer su autoridad, así como el legado de debates sobre teoría y práctica del gobierno. Para los Brujah que se aferran a la antigua tradición de reyes filósofos, las profundidades del conocimiento Wan Kuei resultan casi irresistibles. Los cristianos devotos (y musulmanes, judíos y paganos) que sufren la Maldición de Caín consideran a los Wan Kuei un desafío misionero, y aunque algunos ponen en marcha sus misiones impulsados por el celo sagrado y la ignorancia autocomplaciente, otros pretenden estudiar las creencias y costumbres que pretenden cambiar. Los artistas de cada clan examinan los estilos de sus parientes lejanos en busca de inspiración fresca.

La mayoría de los inmortales de ambos bandos se dan cuenta de que sus alianzas deben ser fortuitas y frágiles. Da igual cuánta confianza profesen: hay imperativos más profundos y antiguos que esta unión personales que requieren acción. No suele haber nada personal en ello: es sólo que cuando la Sangre o el Dharma requieren al actuación de uno, puede que el extranjero amistoso tenga que morir. Un Wan Kuei o Cainita que se dé cuenta de que ha revelado el secreto equivocado o que su compañero de estudios tiene una misión que no puede ignorar, puede actuar y lo hace. Además, el frenesí, la Naturaleza de Fuego, el Rótschreck, la Naturaleza de la Sombra y otros trastornos pueden crear un conflicto entre aliados, incluso si sus voluntades conscientes siguen en armonía.

La edad de un inmortal no cambia las posibilidades de éste de encontrarse con sus parientes lejanos. Los neonatos y Monos Corredores a menudo exploran todas las pistas interesantes, pero también hay otros que recurren a la tradición y el conservadurismo como modo de mantener su equilibrio mental tras un cambio de estado doloroso e inesperado. Los Ancillae y lo jina seguros de su propia situación se vuelven hacia el exterior en busca de información que puedan usar para obtener ventaja en la interminable lucha nocturna por el poder. Con la misma facilidad, pueden decidir que los extranjeros ponen en peligro todo aquello por lo que los inmortales maduros han luchado, y, por lo tanto, no merecen más que la destrucción inmediata. Los antiguos y mandarines intentan dominar o simplemente conocer a los extranjeros. Sin embargo, al igual que sus parientes menores, también pueden encontrar amenazador lo que no conocen.

Los Salubri

El clan de Saulot merece especial atención. Con las purgas del clan a manos de los Tremere, es muy probable que los Salubri huyan al este. De hecho, los aliados Assamitas del clan han estado movilizando grupos pequeños hacia "Taugast" (término que usan para referirse al Reino Medio) durante algún tiempo. Desgraciadamente, la historia (o leyenda) de los tratos de Saulot con Xue significa que tiene que tener mucho cuidado en terreno asiático. Por decreto de muchos ancestros, ninguno de sus descendientes recibirá hospitalidad de los Wan Kuei salvo en caso de que estos les ofrezcan una muerte rápida. En la práctica, las decisiones de los Wan Kuei no suelen corresponderse totalmente con esta ley. Los Salubri son recibidos de un modo frío aunque básicamente cortés por parte de los Wan Kuei, interesados en estudiar la difusión de su cultura.

Las Disciplinas de los Salubri son perversiones (o modificaciones) fascinantes del legado Wan Kuei, por lo que los Muertos Famélicos con intereses culturales orientados al norte o al oeste suelen encontrarlos muy interesantes. También los Wan Kuei centrados que intentan definir sus senderos hacia la iluminación, en parte contrastando con lo que no están dispuestos a incorporar. A su vez, los Salubri que se muestran dispuestos a aprender reciben ayuda para comprender las tradiciones que su fundador no supo comprender en los detalles principales. Hay un rumor que afirma que uno o más Salubri han llegado realmente a despertar su Hun y su P'o para convertirse en Wan Kuei de pleno derecho. Sin embargo, los detalles de estas historias siempre acaban en algo como "me lo contó el amigo de un compañero de wu que...".
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