Mortales y Cazadores de Demonios

Los shen no gobiernan la noche sin enemigos. Los hombres y las mujeres mortales pueden resistir y resisten las depredaciones de los Wan Kuei, la rabia de los Xiong Ren y los caprichos de los fantasmas y los Shinma. Normalmente, los humanos se comunican con los shen mediante rituales. Los Xiong Ren y los Shinma se toman esto muy en serio, y como indicación de qué humanos merecen su protección y cuáles merecen su ira. Los fantasmas derivan la sustancia directa de muchas de estas acciones, alimentando las emociones de los que ofrecen sus respetos, y obteniendo beneficios materiales de los objetos que se les dejan para usar. Incluso a los Wan Kuei les parece adecuado el respeto de los mortales, y éste puede servir para refrenar la alimentación excesiva o los arrebatos de violencia. Sin embargo, estos rituales y comportamientos diarios no conllevan un conocimiento directo de los shen.

Los campesinos de un pueblo pueden saber que hay espíritus o dioses habitando la cima de una montaña y que éstos esperan que los mortales que cultivan la tierra sobre situada a sus pies les muestren sus respetos. No saben que la cima de la montaña es un Nido de Dragón de aspecto Yang vigilado por un Dragón Asesino o un Hakken. Cuando los humanos necesitan un contacto más directo o complejo con lo sobrenatural, suelen dirigirse a un monje o sacerdote, o a veces a un hombre sabio o chamán, dependiendo de la zona. Estas personas de fe suelen conocer mejor a los shen y su comportamiento. Se darán cuenta de que un arrozal nuevo ha interrumpido el flujo de Chi y enfadado a los espíritus de la zona, por ejemplo. En general, lo que permite a estos hombres y mujeres sagrados actuar son los conocimientos sobre comportamientos adecuados, no el poder sobrenatural. Sin embargo, algunos cuentan con habilidades especiales.

Fe Verdadera

Aunque la Fe Verdadera es escasa en nuestra época, es mucho más corriente durante la Cuarta Edad. La Fe Verdadera se describe aquí. Sin embargo, los coeficientes de fe suelen ser bastante corrientes entre los monjes, sacerdotes y las personas laicas devotas. Aunque el coeficiente medio es bajo, los shen aún deben ir con cuidado al moverse entre los sagrados. Además, en el Reino Medio, los que poseen Fe Verdadera suelen ser bastante tajantes en sus creencias, al menos al tratar con seres injustos como los Wan Kuei. La vergüenza de estos príncipes caídos de la tierra es que los que antes gobernaban como reyes sabios, ahora puedan ser perseguidos y expulsados de un barrio entre gritos por un anciano devoto armado simplemente con unas cuentas de rezar. Recuerda que ser expulsado por alguien con Fe Verdadera constituye un acto de ceguera para un Wan Kuei de cualquier Dharma.

Los Shih

Más allá de las habilidades de un sacerdote local están los Shih, una antigua orden de cazadores de demonios. Los orígenes de los Shih se remontan a Yi, el Arquero Excelente, que impuso a los Wan Kuei la maldición de pudrirse al sol. Antes, los Shih incluso funcionaban como ejército de cazadores de demonios, pero esto les llevó a la corrupción y el fracaso. Durante los dos últimos milenios, los Shih han constituido una orden mendicante de cazadores solitarios de demonios que recorren el Reino Medio, entrenando a uno o dos discípulos y actuando contra los shen que se pasan de la raya. Los Shih no son inquisidores fanáticos. En lugar de eso, sólo actúan contra los shen que ellos creen que han sobrepasado los límites de lo aceptable. Los chih-mei caníbales y los salvajes fantasmas kuei que afectan al plano moral de algún modo son presas habituales. Los demonios más crueles, como las Pantallas Escarlata Wan Kuei o los planes de Reyes Yama, están más allá de su alcance. Sin embargo, si tales actividades llegan a sus oídos, no dudarán en actuar.

Los Shih sienten la llegada de la nueva edad. Para algunos, la lenta progresión hasta la Quinta Edad es una gran derrota para una orden dedicada a proteger a la humanidad de los ataques de los monstruos. Por la orden y entre las cortes de los Wan Kuei se han extendido noticias de cazadores de demonios que han cometido suicidio, en pacífico aislamiento o atacando a fuerzas demasiado poderosas. Sin embargo, para la mayoría de los Shih el cambio de edad es otro desafío que deben afrontar: temen que los Wan Kuei y Xiong Ren se vuelvan locos en los años próximos, y los vigilan de cerca. Un buen número de Shih han aceptado esta tarea especial, la de observar una zona de actividad sobrenatural e informar sobre sus hallazgos. Mientras que hace un siglo, un Shih podría viajar hasta llegar ocasionalmente al territorio de un Wan Kuei, ahora la mayoría de los ancestros tienen al menos un cazador de demonios rondando por sus dominios tomando notas. Si se acaba con uno de ellos sólo se consigue atraer a más, por lo que la mayoría de los antiguos shen hacen lo posible por guardar sus secretos de los ojos de los entrometidos y esperan que los Shih terminen por largarse de sus dominios.

Habilidades Shih

Los Shih, aunque mortales, son guerreros temibles. En términos de juego, todos tienen al menos 4 en Armas Cuerpo a Cuerpo, Artes Marciales y Ocultismo. Los vigilantes tienen habilidades de observación igualmente altas. Los Shih también pueden hacer uso de su Chi mediante artes conocidas como Qiao (o Puentes). Una forma sencilla de representar a los Qiao es dar a los Shih tres o cuatro puntos de Disciplinas Chi o de alma de los Wan Kuei. También pueden tener un punto en Viento Negro o Montaña de Hierro.