Sistema: La Grulla conjura una hoja curva de llamas que toma la forma de una pantalla suave como la de un espejo. Cualquier Kuei-jin que mire dentro no esta sujeto a su Naturaleza de Fuego, sino que se siente impulsado a seguir observando durante un numero de turnos igual a la puntuación del Dharma del invocador. Si el Kuei-jin desea resistirse, deberá hacer una tirada de Fuerza de Voluntad (dificultad 7). El jugador no puede gastar Fuerza de Voluntad para obtener éxitos automáticos en esta tirada. Por cada turno que el Kuei-jin se mire reflejado, verá reflejadas imágenes y circunstancias asociadas con alguno de sus momentos de ceguera, comenzando con el más reciente. El sujeto entonces deberá tirar su Hun cada turno (dificultad 7), o admitirá el error que contemple en voz alta. Incluso aquellos Kuei-jin que aceptan el uso de esta técnica están sujetos a la tirada de Hun, ya que el éxito implica que el Kuei-jin ha aceptado completamente su acto de ceguera.
Como parte de la enseñanza, (en caso de que el sujeto no se resista al impulso de mirar dentro de la llama), el uso de esta técnica reduce la dificultad al jugador en 1 para la próxima ocasión que amerite el enfrentarse con la llama. Si se usa como tormento (en caso de que el sujeto se resista al impulso de mirar la llama), la víctima no gana tal bonificación y además pierde un punto de Fuerza de Voluntad temporal cada vez que tenga que admitir su error en voz alta.
Nota: Aprender este poder requiere además tener Cultivación al nivel 3, como tal El Fuego que Ilumina cuesta 16 puntos de experiencia para aprenderlo.
Nivel 03 - El Fuego Que Ilumina
Esta técnica utiliza la amenaza externa del fuego
para intimidar las almas de los Kuei-jin cercanos, haciéndoles confrontar sus propios errores Dhármicos. El
Fuego que Ilumina era originalmente una herramienta
para la enseñanza, permitiendo a los estudiantes
confrontar sus debilidades sin el miedo de decepcionarse a
si mismos.
Los maestros invocan una llama con reflejo
dentro de una situación de calma y control necesarias para
un estudio bien preparado, y los estudiantes se miran
dentro de ella para encontrar una visión. El maestro se
mantiene listo para asistir en la confrontación de las a
veces dolorosas revelaciones dentro de las llamas. Las
Grullas inquisidoras han descubierto que esta técnica es
útil como una herramienta para interrogatorios o para
atormentar sujetos. El inquisidor confronta al sujeto con
sus propios errores, hiriendo su voluntad.
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