Pyongyang (Noroeste de Corea)

Edit

La ciudad de Pyongyang en el Reino de Koryuo está situada en un terreno propicio. Los geomantes han afirmado esto por los meandros del río y al verde particular de la vegetación de los alrededores. Los reyes y emperadores de Koryo lo saben porque está situada tan estratégicamente en el último tramo navegable del río Taedong, a unos 50 kilómetros del Mar amarillo, y porque durante muchos años ha servido para proteger la frontera septentrional del reino. La ciudad acarrea las cicatrices de su tarea. El primer asentamiento fue construido por el legendario Rey Tangun como corazón del imperio coreano. Sirvió como capital del reino Koguryo hasta el 427 d.C. mediante una alianza con el reino de Silla del sur y la dinastía Tang de China. Casi desierta tras la caída de los Koguryo, la población y el prestigio de la ciudad disminuyeron.

Los pocos residentes de Pyongyang vivían en edificios destartalados entre las ruinas de los muros de la ciudad. Esta situación continuó hasta que el Rey Chongjong, nieto del fundador de la dinastía Koryo, reconstruyó las grandes fortificaciones. La ciudad recibió la designación de capital occidental, crearon escuelas, se levantaron palacios del gobierno, teatros y templos como correspondía a tan ilustre título. La ciudad recuperó su función como guardiana de la frontera del norte, con la bendición añadida de una riqueza cultural. Las impresionantes murallas de Pyongyang detuvieron a las fuerzas invasoras del emperador Sheng Tsung en 1010. Veinticinco años más tarde, las traiciones desde el interior han hecho salir a los ejércitos de Koryo de las murallas, no como defensores, sino como atacantes. En su intento de consolidar el control del trono por parte de la aristocracia, un pequeño grupo de nativos de Pyongyang, dirigidos por un monje budista llamado Myoch'ong planearon una rebelión. Myoch'ong utilizó su posición como monje y geomante en la corte del Injong para empujar al joven rey a trasladar la capital de su reino desde Kaesong hasta Pyongyang. Impaciente, tras años aparentemente inútiles de sutiles maniobras, Myoch'ong y sus secuaces se retiraron a Pyongyang para establecer su propio "reino" Taewi. La rebelión se vio aplastada rápida y decisivamente a principios de 1136. Myoch'ong fue decapitado, y la ciudad de Pyongyang fue incendiada.

La ciudad asediada tiene pocas posibilidades de recuperarse: Un golpe militar instigado por los abusos de la burocracia civil sacudió a todo el país en 1171. Los sangrientos conspiradores, tras alcanzar el poder mediante el asesinato y el regicidio, se volvieron unos contra otros en una dura lucha por el poder que duró otros 25 años. Miles de campesinos y esclavos huidos recorrían los campos, desesperados por encontrar comida y refugio a toda costa. Al unírseles un grupo de soldados resentidos, estos ejércitos empezaron a constituir una amenaza seria y constante para el gobierno y los ciudadanos ordinarios. En medio de este caos, el General Ch'oe Ch'ung-hon y su hermano Ch'oe Ch'ung-su subieron al poder el año pasado mediante el método ahora aceptado del asesinato y la conspiración. Aunque Pyongyang se ha librado del terrorífico derramamiento de sangre presenciado en la capital, los efectos de las purgas del General Ch'oe aun son claramente visibles. Las casas aristocráticas de la capital oriental parecen silenciosas, incluso desiertas. Muchos de los que podrían oponerse al trono están en el exilio o muertos. Las guarnición de la ciudad se ha dividido, ya que los mejores soldados sirven en la guardia personal del General Ch'oe. Unos pocos soldados de elite de la patrulla nocturna del general han reemplazado a las fuerzas del ejército.

Patrullas Nocturnas

La presencia de la patrulla nocturna es algo irónica: aunque no cabe duda de que una de las intenciones de esta es la de acosar a la plebe para sacar de los arbustos a los disidentes, también sirve para proteger a esos mismos ciudadanos de los habitantes de la noche. La conflagración de 1036 destruyó al ancestro de Pyongyang o lo envió a un exilio del que todavía no ha regresado. Wang Kyu, un Wan Kuei relativamente joven ocupó inmediatamente su lugar. Este Wan Kuei, uno de los padres fundadores del reino Koryo lo pasó mal para contener su propio deseo de gobernar tras la muerte del Rey T'aejo. Planeó el asesinato de dos reyes antes de que el general Wang Sing-nyom, comandante de la guarnición de Pyongyang lo persiguiese y ejecutase. Al exhalar el Segundo Aliento, Wang Kyu se abrió paso hasta Pyongyang para cobrarse venganza contra el general Wang y su familia. La Corte del Dragón Celeste, recuperándose aún del caos en el Koryo mortal, aún no ha confirmado a Wang Kyu como ancestro de Pyongyang. Sabe que debido a su "juventud" y falta de progresión en el Dharma, es poco probable que la corte llegue a sancionar su posición. Sin embargo, Wang Kyu es tan ambicioso en la muerte como lo fue en vida. Ha vuelto a sus antiguas tácticas de discordia y asesinato para consolidar su posición lo mejor que pueda en esos momentos caóticos.

No carece de oposición en la ciudad. Ha aparecido en Pyongyang un monje budista llamado Hojil, que fue anteriormente discípulo del agitador Myoch'ong, se libró de la muerte en las llamas en 1136 viajando al infierno. Ha creado un wu en el palacio Taehwa ("Gran Florecimiento") en Imwon, cerca de Pyongyang, construido por el Rey Ijong por exigencia de Myoch'ong, y abandonado tras el fracaso de la revuelta. Aunque es un candidato tan ridículo para el puesto de ancestro como Wang Kyu, tiene sus ventajas. Lo que es más significativo es que se ha apropiado del nombre y la posición de su antiguo maestro, Myoch'ong. La cara que presenta Hojil a la ciudad está cubierta de horribles cicatrices, según afirma él, provocadas por el fuego de los ejércitos invasores. Con sus ropas de monje y los talismanes de Myoch'ong, nadie se ha atrevido a poner en duda su identidad. Asimismo, también posee como apoyo la fuerza de su aprendizaje budista. Aunque es evidente que salió del Camino Quíntuplo en vida, cuenta con los principios teóricos suficientes como para elevarse con rapidez por el Camino de la Grulla Resplandeciente.

Los ancestros en potencia de Pyongyang, así como todos sus shen, se enfrentan a una amenaza inmediata y no política. Las décadas de rebeliones de campesinos y revueltas militares han costado la vida de los oprimidos, pobres y hambrientos. La mayoría de los muertos simplemente desaparecen, pero incluso la fracción de los difuntos que ha tomado el Camino de Vuelta han sobrecogido la península. Tras habérseles tratado como menos que personas en vida, en la muerte se han convertido en monstruos, hambrientos de la carne de los que vivían opulentamente mientras ellos morían de hambre. Estos chih-mei suelen sortear los muros de la ciudad, lo que mantiene en guardia a las patrullas nocturnas y a los shen de la ciudad. Estos monstruos atacan con escalofriante coordinación, aunque los especímenes de ellos que se han capturado no demuestran ninguna inteligencia, sólo una astucia animal de hambre rapaz. La mayoría de los shen de la ciudad dan por hecho que estos chih-mei aún conservan algo de entrenamiento militar. Los pesimistas insisten en que es más probable que alguien o algo haya tomado el control de las hordas caníbales.
Si te gustó o fue útil no olvides compartir
Sobre las Fuentes
Por favor visita el apartado “referencias” para encontrar las paginas originales de donde fue extraída la información, vampiro.cl es un compendio, nuestro objetivo es recopilar la mayor cantidad de contenido que circula por la web, son muchas personas que día a día traducen y/o comparten conocimientos que verteremos acá, nuestro aporte es clasificar, ordenar y compartir con la comunidad rolera.

0 comentarios:

Publicar un comentario