El Mundo Yomi de la actualidad es mucho más impuro de lo que podría ser imaginado. Creció más con la Recolección Gloriosa de lo que los había hecho en los siglos precedentes a ese suceso cataclísmico, y los Reyes Yama se han vuelto más altivos respecto a las cotas de su poder. La Muralla entre el mundo de los mortales y el de los demonios es cada vez más estrecha y en ciertos lugares y momentos poco propicios los demonios pueden atravesarla si están más que dispuestos a ello. De esta forma el aumento de intensidad de los Reyes Yama es más poderoso.
Los infiernos del Yomi son muy variados. Algunos son hogar de ciudades enteras de demonios y akuma mientras que otras fueron creadas específicamente para seres solitarios cuyo orgullo o magnitud de pecados les ha ganado la atención especial de uno de los Reyes Yama. Hay incluso infiernos construidos para mortales que aún viven y a los que los Reyes Yama han identificado como suyos.
Al igual que ocurre en los Mundos Yin y Yang, es posible encontrar en el Yomi objetos de todos los tiempos y lugares, y (como ocurre en esos reinos), el pastiche se ha convertido en una forma de arte. Por ejemplo, la máscara y los guanteletes de Tou Mu puedan parecer arcaicos, mientras que los pequeños taladros de sus garras son claramente del siglo XX.
Los infiernos modernos están en auge. La corrupción en todas sus variantes, la guerra y la desesperación son industrias que prosperan. Mientras que muchos Kuei-jin, especialmente los más viejos, se imaginan el Yomi Wan como algo que recuerda a una foto de un libro de historia, folklórico y pasado de fecha, los populares métodos de tortura utilizados en ese lugar no han permanecido constantes a lo largo del tiempo. La tortura del agua, los latigazos y el desollar pausadamente, y el cobre fundido sobre la piel pueden haber sido considerados en su día como "alta tecnología" pero, con el tiempo, se han vuelto demasiado familiares; la mayoría de los torturadores infernales los consideran clásicos, pero passé. Con
cada guerra que se ha luchado en el Reino Medio han venido aparejadas nuevas y vírgenes técnicas en infligir tormento, y el siglo XX ha representado un renacimiento en la filosofía, el aditamento y la técnica de la tortura.
La Ciudad Infame, en particular, se ha adaptado a los desarrollos científicos de última generación del mundo de los vivos, y ahora exhibe horrores nunca soñados en eras más simples. Specula, brocas de energía, entubados de goma, catéteres, cuerda de piano, instrumentos dentales y pistolas de grapas... Todos tienen un uso en el equipo de un torturador. Debido a que el poder eléctrico es complicado de conseguir en el Yomi, todo lo que cause dolor mediante una aplicación inteligente de la electricidad es considerado bastante chic. Igualmente, ciertos métodos de tortura química, desde el limpiador de desagües hasta los transmisores neurológicos inductores de dolor, están ganando popularidad, ya que aseguran que la víctima sufrirá gran cantidad de dolor inconmensurable, y que podrá soportar mayor cantidad de tiempo antes de que tenga que ser curado con Chi para ir a por el siguiente asalto. Para los Reyes Yama es importante que sus invitados obtengan el máximo de la experiencia. Obtener los extraños materiales para lograr las técnicas más raras y complejas puede a veces resultar dificultoso, pero existe un trato en alza con los otros tres mundos, y un señor o un torturador favorecido puede, por lo general, conseguir cualquier cosa que necesite para extraer las más sublimes agonías de su objeto de aflicción.
Las ciudades masificadas y con altos índices de contaminación del Reino Medio abastecen copiosas cantidades de Chi con resonancia negativa. Como el agua que baja por el Yangtze la miseria fluye libremente en las tierras donde reinan el crimen organizado, el tráfico de drogas, la censura gubernamental y la pobreza en masa. De esta forma, el Mundo Yomi y el Reino Medio se reflejan uno a otro. La Corrupción, en el infierno, es la ley absoluta y no la excepción y los Reyes Yama no lo permitirían de otra manera.
Olvidándose de las nuevas modas en el campo del tormento, una pequeña. minoría de soberanos infernales son férreos tradicionalistas que insisten en mantener un aspecto de alguna era pasada. La mayoría, sin embargo, ha roto con la estacada tradición y ha preferido que sus reinos reflejen, en una amplia variedad de grados, el mundo moderno. Seguramente, la Ciudad Infame de Mikaboshi representa la instancia más extrema en lo que a este hecho respecta: habiendo basado su infierno de última generación lo más posible en los patrones de intenso estrés, alta tecnología y bancarrota moral inspirados lo más posible en escenas de las vidas de los ejecutivos de bajo nivel de Tokio, Mikaboshi ha creado una maravilla de la agonía. En este lugar, los fantasmas se ocupan de tareas que amortiguan almas bajo luces débiles, y en oficinas ennegrecidas por el humo durante el día para buscar protegerse de los demonios, espectros, mafiosos cibernéticamente alterados, traficantes de órganos y Bakemono. Mikaboshi se acogió a preceptos estrictos cuando hizo construir su ciudad, por lo que sólo hay viviendas para la mitad de sus habitantes, y los horrores que rondan la noche de la urbe aseguran que siempre exista una próspera competición por aquellos lugares de relativa seguridad; la prostitución es un medio para encontrarla cuando el "sol" se pone, pero Mikaboshi ha pensado en todo, y la grandísima cantidad de enfermedades de transmisión sexual de la Ciudad Infame es un milagro de malicia, especialmente en un ambiente de intensificada presión social arrebatada directamente del Japón moderno. Observar su "pequeño proyecto" le proporciona horas de disfrute mientras espera el día en que sea coronado como Emperador Demonio, y pueda entonces jugar, con su estilo despreocupado, con la totalidad del Reino Medio.
Pero incluso para aquellos que ocupan posiciones de poder la vida en el mundo demonio no es todo diversión y juegos. La hábil inducción de la agonía, por no mencionar la logística de la existencia diaria en el Yomi, se hace más difícil debido a que las zonas de Yin y Yang no siempre se fusionan con la precisión que les gustaría a los Reyes Yama.
No puede decirse que los mil infiernos necesiten variedad: las técnicas empleadas en esos reinos nunca habían sido tan variopintas como las que actualmente usan y los señores infernales nunca habían insistido tanto en que la víctima sufra la mayor cantidad posible de dolor antes de que su salud tenga que ser restaurada de nuevo hasta la plenitud para un nuevo asalto. Los secuaces y los idiotas siempre pueden ser torturados mediante la simple agonía física, pero las víctimas refinadas y bien educadas de la era moderna exigen algo más que esa ingenuidad. De esta simple premisa provienen el ímpetu de creación de lugares como el Infierno de la Parálisis Eterna, el Infierno del Fracaso Perenne, el Infierno de la Desintegración Exquisitamente Pausada, el Infierno de la Esposa Violada Incesantemente y el Infierno del Absoluto Destrozo y Repugnancia de Uno Mismo (entre muchos, muchos otros). Esos lugares, denominados "infiernos refinados," están muy en alza en este momento, y la angustia mental que general agrada enormemente a los señores de esas tierras.
Hay una gran cantidad de esperanza en el Yomi, pero toda pertenece a los Reyes Yama; todos los demás sufren. Los señores demoníacos se felicitan a sí mismos al ver cómo el Reino
Medio tiende hacia el Yomi. Para ellos sólo hay una barrera final que les impide controlar definitivamente el mundo entero; es su antiguo pacto que limita su influencia solamente al Reino Medio y ningún otro lugar. No pueden vigilar el desarrollo de los eventos del mundo occidental como lo hacen con el oriental, y no pueden afectar directamente a ninguna criatura de occidente. Esas porciones del mundo que no son parte del Reino Medio están completamente libres de su influencia directa. No hace falta decir que tienen la capacidad de reunir información de los akuma que hayan viajado, de los propios demonios occidentales o incluso a través de los telediarios internacionales; pero no pueden jugar con los destinos de los occidentales como lo hacen con los orientales. Aunque cada uno de los Reyes Yama persigue su propio método de "esquivar" el antiguo pacto (enviando akuma a occidente para que hagan su trabajo por ellos y expandiendo la influencia del Reino Medio hacia nuevas costas, como es el caso de los Barrios Chinos a lo largo de Norteamérica), hay fuerzas poderosas que trabajan para que su influencia se vea contenida. Esa resistencia les enfurece más allá que cualquier otra cosa, y buscan constantemente una evidencia de que exista un esfuerzo concentrado contra ellos; pero por ahora no han encontrado nada.
Sin embargo, con la aparición del internet, los Reyes Yama poco a poco influencian occidente...
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