Nivel 01 - El Reposo Gentil [Individual]

El Reposo Gentil es el más simples de los ritos de muerte, un trance meditativo relativamente directo. El Kuei-jin, habiendo completado el ritual de los Mil Cortes y el de las Cenizas del Fénix, se recuesta en una tumba u otro lugar secreto como si estuviera muerto. El Junco Hueco medita sobre las experiencias y recuerdos de su máscara de mortal, viendo cuales lecciones hay que aprender de ella y dejando ir cualquier conexión remanente de dicha vida, de modo que solo queden la sabiduría y la experiencia. Los Juncos Huecos pueden experimentar visiones y premoniciones mientras se encuentren en el Reposo Gentil, y pueden ser visitados por espíritus que le llevan mensajes de conocimiento. Cuando la meditación es completada, el Kuei-jin se levanta como cuando en el Segundo Aliento.

Sistema: La meditación del Reposo Gentil requiere una noche por cada punto de Yin permanente que el Kuei-jin posea. El tiempo de meditación usualmente es utilizado para gastar los puntos de experiencia y comprar las nuevas Habilidades relacionadas con la sabiduría que el personaje ha obtenido; si el jugador lo desea, puede guardar algunos de los puntos de experiencia antes ganados para este propósito. Se hace una tirada de Inteligencia + Meditación (dificultad 9). Cada éxito reduce en 1 el coste de cualquier rasgo que el personaje desee comprar mientras medita, siempre que el rasgo este relacionado de algún modo con las lecciones aprendidas en la previa máscara del personaje (hasta un mínimo de 1).

Una vez que el Kuei-jin entra en el Gentil Reposo, le es muy difícil despertar nuevamente antes del tiempo designado. Únicamente podrá hacerlo después de sufrir un nivel de daño letal o agravado, y el jugador debe gastar además un punto de Fuerza de Voluntad. Ningún estimulo menor lo podrá despertar de este letargo.

Una vez que el Gentil Reposo ha concluido, el personaje despierta con su alma en la Naturaleza de la  Sombra (sin poder tirar para evitarlo) y se mantiene en ese estado durante una escena. El Demonio se libera, por lo general buscando alimento y comportándose indulgentemente en sus oscuros placeres.