El empuje de los Mil Infiernos respecto al P'o es fuerte y seductor. El Chi Demoníaco resulta fácil de conseguir y fácil, de gastar, y el dolor ambiental de los reinos llama a la Naturaleza de la Sombra a la superficie. Es simple para un Kuei-jin del Reino Medio el hablar del equilibrio necesario entre el Hun y el P'o pero, en el Yomi Wan, los Kuei-jin necesitan el equilibrio quizá menos de lo que necesitan refrenarse y una buena dosis de suerte. Si el P'o toma fuerte posesión mientras el Catayano se encuentra en el Infierno, el pobre desgraciado probablemente estará condenado a quedarse en tal lugar hasta la Sexta Edad y aún más allá.
Debido al refuerzo constante del P'o que realiza este reino, un Kuei-jin tendrá más dificultades en resistir la Naturaleza de la Sombra. Aunque la posesión todavía dura una escena, incluso en el Infierno, es mucho más difícil para el Hun el recuperar el control cuando se acaba el de su parte oscura. Al final del periodo bajo la Naturaleza de la Sombra, el Hun no recupera el control inmediatamente, sino que debe realizar un esfuerzo concertado para recuperar el dominio de su cuerpo: si no lo logra, su parte demoníaca seguirá al mando al menos durante otra escena.
Para permitir que el Hun vuelva a su sitio el jugador tira la Virtud Hun (dificultad 8). Si tiene éxito, será capaz de recuperarse. Si falla, el Pó permanecerá en control durante una escena más, al final de la cual el jugador deberá tirar de nuevo. Sin embargo, por cada 24 horas continuadas del dominio del P'o, esta tirada aumentará su dificultad en uno.
Sin embargo, el P'o puede en ocasiones ser la mejor baza para la supervivencia del Kuei-jin. Hay ocasiones en las que la mejor manera de responder a la violencia es con la Violencia. El Hun puede someterse al P'o cuando la situación lo requiera, aunque puede que su parte oscura no quiera devolver el control al final de su tiempo al mando.
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