Senda del Desvío

El Desvío es uno de los credos “perdidos” de los cazadores, que siguen la virtud de la Visión. Los Rebeldes (o Descarriados) están unidos por una creencia común: lo sobrenatural debe destruirse por completo, sin importar el costo. Siendo hijos del credo de la Visión, son hábiles en la planificación y la deliberación para alcanzar sus objetivos, pero dichos objetivos siempre se centrarán en la muerte y la destrucción, y un Rebelde típico tendrá poco que pensar en infligir bajas mortales masivas si con ello puede destruir con éxito a un vampiro o a un brujo. Los Descarriados están todos psicóticamente locos, sin embargo, algunos son capaces de ocultar su psicosis haciéndose pasar por Vengadores. Un Rebelde tiene la Segunda Visión perpetuamente "encendida" (lo que le permite detectar la presencia de monstruos) y nunca puede ser apagada; los efectos protectores de la Segunda Visión deben ser activados por los Descarriados de la misma manera que otros imbuidos.

Como resultado, nunca pueden poseer Facultades que les permitan distinguir algo sobre un monstruo como Discierne, Contempla o Ilumina. Los Rebeldes son quizás únicos entre los credos, en el sentido de que no es necesario que hayan manifestado ninguno de los rasgos comunes de la personalidad de un Descarriado antes de ser imbuidos, como la agresión, el odio, o algún trauma profundamente arraigado: es posible para una persona comparativamente "bien ajustada" convertirse en un asesino psicótico luego de que su mente es reescrita por los violentos impulsos impuestos por los Rebeldes.

La habilidad especial de los Rebeldes es la creación de "signos de poder", símbolos comprensibles para los Rebeldes con suficiente Visión, pero incomprensibles para cualquier otro imbuido. Al marcar sus cuerpos con estos símbolos, los Rebeldes pueden sacar fuerza de ellos, aumentando sus capacidades. Vale la pena señalar que para el código del cazador estándar, el símbolo de los Rebeldes representa "jefe", "señor de la guerra" o "general", tal vez haciendo alusión al propósito original del credo.