Como los propios Kuei-jin, los infiernos individuales dentro del Mundo Yomi pueden estar desequilibrados respecto al Chi. Dependiendo de su proximidad respecto al Mundo Yin o el Yang, el comportamiento de su regente, o por motivos más arcanos, un reino puede tener una fuerte disposición respecto a uno de los dos aspectos. La forma en la que un infierno particular se inclina hacia uno de los dos aspectos, y el grado en el que lo hace, se dejan en manos del Narrador, pero asume que, en un infierno fuertemente desequilibrado, el porcentaje será de 80/20 respecto a las dos clases de Chi.
Cualquier desequilibrio de Chi afecta al infierno de varias maneras. La primera, y más obvia, es la desarmonía respecto a las apariencias físicas. En un reino Yang los colores serán enloquecedoramente brillantes, o cambiarán de tono tan rápidamente que causarán vértigo a cualquier alma desafortunada que se vea atrapada bajo dicho espectáculo de luces. Las sensaciones pueden estar tan aumentadas que un simple toque puede descontrolar agónicamente las mentes de los personajes, mientras que los olores y sabores son lo suficientemente intensos como para resultar dolorosos. Los infiernos de aspecto Yang incluyen, entre otros, el Infierno de los Siete Mares Ardientes y el Infierno del Aceite Hirviendo.
Los infiernos de aspecto Yin, por otro lado, suelen mostrarse yermos y apergaminados, mientras que sus habitantes serán esqueléticos o podridos. Los colores están difuminados y la luz es pálida e imprecisa. El movimiento suele ser lento y doloroso: sólo la decadencia es rápida aquí. En tales lugares incluso las más fuertes sensaciones pueden ser reducidas a un recuerdo distante. Es muy común para las almas atrapadas que sean lentamente destripadas en el transcurso de los siglos, debido a que, así, sufren más por la consciencia de lo que les está ocurriendo, que por cualquier dolor físico que un reino agusanado les puede ofrecer. El castigo en un infierno de aspecto Yin suele involucrar el ser abandonado a las inclemencias de un ambiente hostil durante años, al mismo tiempo que uno se ve forzado a morir lentamente, una y otra vez. El dolor no es menor en un infierno Yin que en uno Yang, pero la manera de infligirlo si que cambia. El Infierno de Ser Despellejado Vivo y Kakuri son buenos ejemplos de reinos desequilibrados hacia el Yin.
El desequilibrio local de Chi también afecta a cómo los Kuei-jin pueden reunir y almacenar la energía dentro de sus fronteras. Encontrar Chi inclinado hacia el Yin en un reino de Yang (o viceversa) resulta particularmente difícil. Los Kuei-jin que intenten localizar una Línea Serpiente de naturaleza opuesta a la del reino en el que están, deberán hacer una tirada de la Virtud Chi, correspondiente (dificultad 7). Los éxitos indican que el sujeto encuentra el Río Demonio que necesita. Si la tirada falla, entonces sólo podrá encontrarse el tipo de energía dominante. Si el resultado es un fracaso, el personaje no sólo no encuentra fuente alguna sino que gana un punto de Chi Demoníaco debido a que sus sentidos se ven asaltados por la corrupción de las Líneas Serpiente. Incluso si un personaje encuentra la energía opuesta que estaba buscando, no podrá almacenar más cantidad que su nivel en la Virtud Chi correspondiente a la vez. En efecto, el desequilibrio en el infierno es tan fuerte que desequilibra todo lo que hay a su alrededor.
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