Los Kin-jin sufren más de lo acostumbrado de los tormentos y castigos del Mundo Demonio. Esos extranjeros, de escasa elegancia, están restringidos a las más bajas formas de alimentación: beber la sangre de otros seres vivos. Como resultado, sus fuentes de comida se encuentran enormemente limitadas, ya que un Vástago que intente alimentarse de un Kuei-jin (ya sea akuma o no) se encontrará con un bocado de limo negro y un enemigo extremadamente enfadado. Las almas torturadas en el Yomi no tienen sangre, sólo más limo, y alimentarse de un demonio o señor demonio sólo magnificará el problema hasta niveles aún más horribles.
Por lo tanto, los gweilo tendrán hambre en el Yomi; lo que significa que perderán su estabilidad, cayendo en Frenesí, cada vez más fácilmente, a medida que tienen más hambre. Como resultado, se vuelven más propensos a enfrentarse con cualquiera que se cruce en su camino (incluyendo objetivos tan poco aconsejables como los demonios) y gastarán sangre para curarse y activar sus Disciplinas. Eso sólo incrementará su hambre de nuevo, y el círculo seguirá adelante. Por lo tanto, si un Kin-jin no es capaz de encontrar una fuente de sangre a la que pueda acudir mientras esté en este plano, su no-vida corre el riesgo de convertirse en una espiral de Ansia y locura.
Occidentales en el Yomi
Es extremadamente raro que un Kin-jin de con sus huesos en los Mil infiernos. Quizá un occidental entre diez mil se pierda en los reinos espirituales, quizá un vampiro puede acabar en el Yomi acompañando a un akuma que lo está visitando, quizá fue invocado directamente por uno de los Reyes Yama sin escrúpulos respecto al reclutamiento (los detalles exactos no tienen mucha importancia). Sea cual sea la circunstancia el vampiro está clavado cómo una mariposa en un alfiler al terciopelo negro. Debido a esta escasez de Vástagos, los detalles del funcionamiento de las Disciplinas, y la forma en que el Yomi la altera, no están bien documentados en el Reino Medio, ni en ninguno de los infiernos.
La Maldición del Yomi
Los Kin-jin y mortales occidentales no prestan ni una mísera fracción de atención a la sintonización de la energía (y su corrupción) de la que prestan los Kuei-jin. No es que los gweilo se despreocupen respecto al hecho de verse contaminados, o corruptos, más bien lo consideran una especie de enfermedad, o maldición impuesta por una fuerza exterior, en vez de verlo bajo términos de flujos de Chi y corrupción interior. Por eso pueden acumular hasta seis puntos en el Defecto: Maldito. Debido a que los Vástagos no interactúan con el Chi de la misma manera que los Kuei-jin, la forma en la que adquieren este Defecto es sólo para ellos. Los cainitas absorben lentamente la corrupción de los Mil Infiernos estando simplemente en contacto con ellos, como si fueran esponjas. No necesitan ingerir Chi de forma deliberada; el ambiente se lo inyecta. La Maldición del Yomi se manifiesta de formas diferentes dependiendo del nivel de energía corrupta que se haya absorbido.
| Nivel | Efectos de Corrupción |
| 1 | La Sangre del vampiro se vuelve corrupta y ácida, infligiendo un Nivel de Salud a cualquier criatura (vampiro, ghoul o chiquillo que se vaya a crear) que intente beberla. |
| 2 | El vampiro exuda un aura de corrupción que va más allá del aura vampírica normal y todos los intentos de Lectura de Aura, Sentir el Wyrm y semejantes que se hagan sobre él tendrán un -1 a la Dificultad y una lectura de sobrecogedora de maldad. |
| 3 | Cada atardecer, la carne del vampiro intenta separarse a la fuerza de la vitae corrupta. El jugador debe realizar una tirada de resistencia, añadiendo su Fortaleza si la tiene, para evitar que su personaje se lleve un nivel de salud de dañó no agravado debido a las violentas contracciones que recorren su cuerpo. |
| 4 | La Maldición se extiende a la carne del vampiro, haciendo que su piel sea marchita y que su rostro se hunda sobre él. La textura se oscurece, pero no a nivel que pueda pasar por color humano: se vuelve negro de tumba o podredumbre de cadáver. También se adquiere una versión del Defecto Hedor de la Tumba: un olor que mezcla los peores aspectos del ácido clorhídrico y la carne podrida. |
| 5 | El vampiro adquiere una versión menor del defecto de Clan de los Giovanni: cada vez que intente alimentarse de un recipiente mortal la corrupción saltará hacia su víctima y le causará un nivel de daño adicional al pobre mortal (no doblará los niveles, y los Giovanni sufren ambos efectos). |
| 6 | La corrupción del vampiro es completa ahora y todos los efectos de la maldición se hacen permanentes. No hay cura para este estado de no-vida que haya sido encontrada, aunque hay rumores de que los Salubri saben más de las infecciones y maldiciones orientales de lo que otro vampiro podría esperar. |
Los cainitas no se ven sujetos a la Naturaleza de la Sombra como los Kuei-jin, ya que sus almas no están construidas para ella. En vez de eso, todas las tiradas para Naturaleza de la Sombra deben ser sustituidas por tiradas de Frenesí cuando sea apropiado.
| Provocación | Dificultad |
| Ver sangre (cuando se está hambriento) | 5 |
| Olor de la sangre (cuando se está hambriento) | 6 |
| Burlas demoníacas | 5 |
| Tortura física | 6 |
| Contacto mental prolongado con las criaturas del Yomi | 7 |
Disciplinas
• Animalismo: El problema más obvio respecto a estos poderes es que hay pocos animales en el Yomi. A menos que el personaje se encuentre en un infierno poblado específicamente por animales, los primeros dos niveles de la Disciplina son inútiles en el Yomi. Las aplicaciones a la Bestia interna, sin embargo, funcionan pero sufren las mismas dificultades que, la Disciplina de Alma Obligación. Las mentes de las Bestias, incluso las de menor poder, del Yomi son un terreno peligroso para los Cainitas, y todos los usos de estos poderes que se refieran a incitar al demonio interior requieren una tirada resistida al igual que ocurre con los poderes de Obligación.
• Auspex: Los Sentidos Agudizados resultan extremadamente dolorosos en el Yomi, ya que aumentar la cantidad de sensación que transmiten los órganos del cuerpo al cerebro, en un lugar dedicado a la tortura, no resulta una buena idea. Los efectos reales del uso de esta Disciplina varía de instancia a instancia, pero las sugerencias incluyen el ser lanzado al Frenesí debido al incremento repentino del dolor físico, adquirir trastornos mentales, recibir un nivel extra de daño de todo ataque... La Telepatía, cuando se usa en una criatura originaria de los Mil infiernos, funciona exactamente igual que Obligación, se puede resistir y las consecuencias del fallo son realmente peligrosas. Las dificultades de Proyección Psíquica se incrementan, de 8 a 10, debido a la falta de familiaridad del entorno. Además, un vampiro que intente dejar su cuerpo indefenso en uno de los Mil Infiernos debe merecerse lo que le suceda al volver, asumiendo que consiga volver en cualquier caso. Incluso la protección de otro vampiro, o de un Kuei-jin, no puede asegurar que a la cáscara vacía del Kin-jin no le vaya a pasar nada. El Mundo Yomi, después de todo, es famoso por ser desagradablemente impredecible.
• Daimonion: No hay Disciplina que sea capaz de emular los tormentos de los Reyes Yama y sus capataces demoníacos mejor que Daimonion, y dichos efectos se mantienen inalterados en el Yomi, ya que están tan corruptos por sí mismos que sólo sus apariciones y manifestaciones se ven afectadas por la mancha del entorno. Los sistemas relacionados con estos poderes funcionan de la misma forma si el vampiro está intentado retorcer el alma P'o, o a otro desafortunado, pero cambian respecto a los intentos de afectar a un demonio, akuma u otra criatura del Yomi, lo que resulta en una tirada resistida como ocurre con Obligación. Aunque los efectos no cambian en demasía en este plano, el simple uso de ellos abre los canales de corrupción hacia el vampiro. Cada vez que un personaje utilice Daimonion con éxito, deberá tirar su Senda (dificultad 8). Si falla ganará un punto en el Defecto Maldito.
• Dominación: Las mentes de los demonios no son lugares saludables para los Vástagos. Funciona exactamente igual que Obligación.
• Nigromancia: Los Nigromantes que están en el Yomi se encuentran, súbitamente, en un reino espiritual: ya no tienen necesidad de atravesar el Sudario para afectar a un fantasma porque lo tienen delante de sus narices. Aún así, puede intentar ordenar al alma de un fantasma en los Mil Infiernos, invocarlos... Los espíritus en el Yomi pueden gastar Chi para cancelar los éxitos del Nigromante para obligarles, invocarles y demás; un punto de cualquier tipo de Chi cancela un éxito. La Senda del Sepulcro es más útil en este plano ya que se encarga, primordialmente, de manipular almas. La Senda del Osario es prácticamente inútil, por otro lado, porque generalmente necesita cadáveres, y el Yomi es un mundo espiritual, donde los cadáveres de sus habitantes hace tiempo que se pudrieron. La Senda de las Cenizas resulta aún más inútil que la del Osario, ya que no hay necesidad de intentar cruzar el Sudario, debido a que el Vástago se encuentra detrás de él. Con la excepción de Ex Nihilo (Senda de las Cenizas) los demás poderes no tienen efecto real. Ex Nihilo puede usarse para intentar crear un portal de salida, pero dichos portales se encuentran bajo las mismas restricciones y peligros que los creados mediante los ritos de los Kuei-jin: encontrar un sitio apropiado, tiempo para realizar el ritual de apertura y traspasar a los guardias de la Muralla. La Maestría del Sudario sólo permite facilitar en gran medida proezas tales como realizar Ex Nihilo en el Yomi.
Los Rituales Nigrománticos son, por supuesto, difíciles de realizar en el Mundo Demonio por las mismas razones que se aplican a los ritos de los Kuei-jin. Además de la falta de libertad, los Vástagos tienen la desventaja de ser fácilmente distinguibles del resto de las almas del Yomi, lo que implica que serán atacados e interrumpidos con más facilidad por los Vigilantes del infierno. Los intentos de realizar un ritual tienen un +1 a la dificultad, que se añade al +1 que sufren los Kuei-jin.
• Presencia: El Mundo Yomi y sus criaturas resultan impresionantes por derecho propio; un Kin-jin que piense en impresionar a los Mil Infiernos debe ser realmente estúpido. Todas las tiradas relacionadas con invocar efectos de Presencia se harán a +1 a la Dificultad, y aquellos que están dentro del radio de acción sólo tendrán que gastar un punto de Fuerza de Voluntad para negar los efectos.
• Protean: Como el Shintai Demonio, Protean invita al lado oscuro del Kin-jin a que salga a la superficie. Cada vez que el vampiro use esta Disciplina deberá hacer una tirada para evitar caer en Frenesí, debido a que su Bestia comienza a alzarse. Además, las modificaciones en el cuerpo del sujeto se muestran como reflejos retorcidos del infierno en el que se encuentre, como ocurre con el Shintai del Hueso. Un Gangrel lo suficientemente desafortunado para adquirir un rasgo animal debido a un Frenesí que pase en el infierno, adquirirá un rasgo demoníaco en vez de un atributo animal normal. Algunos ejemplos de rasgos demoníacos se pueden encontrar en las características de Shintai Demonio. Hacer Fusión con la Tierra pone bajo riesgo la salud mental del sujeto, además de la de su alma. Cada vez que el Kin-jin tenga éxito en el uso de dicho poder, ganará un punto en la Maldición del Yomi. Aunque, para tener éxito, el jugador deberá, primero, hacer una tirada de Rotschreck. Un fallo supone que el personaje no sólo no se funde sino que sale huyendo, gritando y en frenesí, del lugar. Si fracasa, obtendrá un trastorno a elección del Narrador.
• Taumaturgia: En el Yomi, los pilares básicos de la Taumaturgia (sangre y realidad) son fundamentalmente diferentes en comparación con el mundo físico. La sangre es escasa, y la realidad está alterada más allá de lo imaginable. Aunque esta Disciplina es eminentemente flexible cuando se utiliza en circunstancias normales, esa flexibilidad se vuelve una tara en infierno. Los usos de Taumaturgia tienden a mostrar efectos secundarios totalmente imprevisibles (y desagradables, por lo general), que varían desde atraer la atención demoníaca no deseada, a reforzar el paisaje infernal contra el taumaturgo. En cualquier caso, se aplican los efectos habituales del Yomi para cualquier contacto entre mentes y todas las tiradas pueden resistirse, y presentan la posibilidad que el demonio, o akuma, sea capaz de afectar al taumaturgo igualmente. Los Rituales se realizan a +2 a la Dificultad, también a causa de la falta de tiempo y de espacio sin molestias. Los Reyes Yama se muestran resentidos respecto a cualquier criatura (vampírica u otras) que tenga algún tipo de poder sobre su dominio, y el uso de Taumaturgia es una de las maneras, más rápidas de alterar el flujo de energía de un infierno, y llamar la atención de su dueño o señores. Que el taumaturgo esté al consciente de este hecho es, sin embargo, algo completamente diferente.
• Vicisitud: Esta Disciplina funciona como es usual en el Mundo Yomi, aunque las formas que crea un Tzimisce reflejaran el infierno en cuestión de la misma forma que hacen las Disciplinas Shintai y Protean. No importa lo cuidadoso que sea el Vástago, la carne o el hueso siempre se distorsionarán. La Vicisitud se vuelve más peligrosa a niveles superiores. Forma Horrenda, como ocurre con el Shintai Demonio, invita a la Bestia a tomar el control, por lo que el jugador deberá realizar una tirada de Frenesí (dificultad 7) para evitar ese destino. El mayor riesgo para el vampiro es, sin embargo, la Forma Plasmática, ya que su estado líquido absorbe la corrupción del infierno más rápidamente que la forma sólida del cuerpo y, como resultado, cada vez que el sujeto use este poder ganará un punto en la Maldición del Yomi.
• Otras Disciplinas: Celeridad, Ofuscación, Obtenebración y Potencia funcionan normalmente. No se ha adquirido información respecto a Extinción, Quimerismo o Serpentis y, si los Malkavian saben algo sobre cómo funciona la Dementación en ese plano, no dicen nada.





















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